Las instituciones judías de Francia preparan su estrategia de salida del aislamiento por el coronavirus para sinagogas, escuelas y demás instalaciones, en medio de preocupaciones relacionadas con un aumento documentado del antisemitismo relacionado con la emergencia y la esperada crisis económica.
«Después del comienzo de la pandemia creamos una unidad de gestión de crisis para responder a las necesidades de la comunidad, incluyendo el ofrecer apoyo psicológico y el asistir a los enfermos y a los deudos», explicó Robert Ejnes, director ejecutivo del Consejo Representativo (CRIF), a The Jerusalem Post.
El grupo de trabajo incluye representantes del Fondo Social Judío Unificado, la Sociedad de Ayuda a los Niños, la Fundación para la Acción Social «Casip-Cojasor» y el Consistorio Central Israelita de Francia, entre otros.
Como no se recopilan datos basados en la afiliación religiosa es difícil saber cuántos de los 500.000 judíos han sido infectados o han sucumbido al coronavirus.
Estimaciones publicadas por el periódico israelí Makor Rishon variaron entre cientos y 2.000.
Paralelamente, «vemos muchas teorías de conspiración contra los judíos, especialmente en las redes sociales», dijo Ejnes.
A fines de abril, el CRIF le dirigió una carta al jefe de Zoom en Francia para denunciar episodios de piratería.
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