Más de 5.200 rabinos y líderes comunales de 86 países se reunieron ayer en el mayor banquete de la Gran Manzana de Nueva York en la Conferencia Internacional de Emisarios de Jabad Lubavitch. No solo fue la mayor cena de la ciudad sino también el evento judío más grande de Estados Unidos.
Durante el encuentro el grupo de emisarios se sacó la foto anual que se ha convertido en un símbolo de la conferencia de cuatro días, la cual culminó con el banquete tan esperado. La tradición comenzó con unas pocas docenas de rabinos en los años ’80 pero ha crecido y se ha convertido en un logro logístico.
Otro punto destacado del encuentro anual fue el peregrinaje tradicional al lugar en el que descansan los últimos dos Rebbe Lubavitcher, el Rabino Menachem M. Schneerson Z’L’ y el Rabino Yosef Yitzchok Schneerson Z’L’ en Queens, Nueva York. Los visitantes esperaron horas en fila mientras rezaban y se preparaban para entregar sus pedidos de bendiciones para ellos y sus comunidades.
Durante el banquete, Moshe Holtzberg, víctima de un ataque terrorista en Mumbai, que ahora tiene 9 años, lideró una multitud de miles en la recitación de los salmos. El pequeño se hizo conocido gracias a una grabación en la que se ve a su niñera india llevándoselo a un lugar seguro durante el ataque terrorista que mató a sus padres, y sus llantos durante un memorial para su madre días después.
Siete años más tarde Moshe Vive con sus padres en Israel y ha estado participando en eventos como este, nacido y criado en un ambiente de emisarios de Jabad, como fueron sus padres antes que él, informó el medio The Jewish Press.
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