Sus autores son Joelle M. Abi-Rached y Allan M. Brandt, dos historiadores de la medicina afiliados a la Universidad de Harvard. Al final del artículo, ellos concluyen que en u momento la NEJM “prestó solo una atención superficial y idiosincrática al ascenso del estado nazi”. Adolf Hitler fue mencionado por primera vez en 1935, en un artículo en el que se elogió la reorganización del seguro nacional de salud en Alemania.
Abi-Rached y Brandt explican que no se hace referencia “a la serie de leyes persecutorias y antisemitas que se habían promulgado después de que los nazis asumieron el poder en enero de 1933”, y también revelan que en 1934, en un artículo sobre esterilización, se elogia “con entusiasmo la esterilización forzada alemana y las políticas restrictivas de alcohol de las Juventudes Hitlerianas”.
La primera condena de la revista a los abusos médicos del nazismo apareció en 1949 después de que Leo Alexander, un psiquiatra y neurólogo judío austriaco-estadounidense, compiló pruebas para usar contra los médicos nazis en los juicios de Núremberg.
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