Cuando los años han pasado

Me sucede frecuentemente hoy lo que a continuación escribo.
No soy una persona de gran sociedad, a las reuniones sociales que voy no son muchas…
Últimamente me pasa que cuando asisto a una reunión o fiesta, las personas que encuentro y saludo están físicamente muy cambiados…

Me explico, más canas menos cabello facciones más fláccidas;
El inevitable paso del tiempo.
Pensando en esto se me revelan dos cosas, que somos criaturas mortales y que hay un Creador como signo evidente.

Se ha operado en la mayoría de mis contemporáneos un cambio de ruta, como que nuestras ambiciones y deseos del ayer no son hoy lo mismo, me refiero a nuestras expectativas de vida.

Me refiero al plano material sobre todo; para el que todo lo tiene igual que para que todo no le hace falta; dándonos cuenta hoy cabalmente verdaderamente de nuestra finitud.
En donde todo lo ostentoso se queda, igual también que lo necesario porque ya no será necesario.

Hoy por hoy de lo que se trata es esperar al invierno de nuestra vida lo más dignamente posible. Esto es poder llegar al invierno autosuficientes.
Creo que el lograrlo será una bendición.

¿Como será nuestra próxima etapa?
Es el momento de leer mas libros de tratar de entender por lo que ya hemos pasado y el porque de muchas cosas…

Viajar si se puede, si no al extranjero si a los lugares de este México querido lugares que son maravillosos y que no están tan alejados de nosotros.
Démonos un recreo cada que se pueda.

En nosotros aquí y ahora es cuando la filosofía y los grandes filósofos pueden llegar a nosotros, los podremos comprender mejor gracias al camino ya recorrido.

Paradójicamente la vida se torna más valiosa.
Porque antes estábamos tan llenos de ella que el partir se nos hacia casi imposible.
Hoy no debemos desperdiciarla.

Debemos empezar a pensar que después de haber vivido tiempo,
es muy valido y hasta sabio el aceptar la partida; porque la inmortalidad en este escenario sería un absurdo…

Vivamos nuestra realidad sin miedo, plenamente, como los seres racionales que somos.
Aceptándonos, y aceptando nuestra circunstancia.