Estas semanas han ocurrido, para variar, asuntos importantes que nos afectan directamente:
En primer lugar, la salida de Steve Jobs como director general de Apple aunque esperada dada su reconocida enfermedad, que esperamos no sea terminal, causó revuelo mundial. Apple es la empresa más valiosa en este momento en el mundo, muy por arriba de negocios como General Motors o Citibank y es considerada la muestra de la creatividad, elegancia y alta tecnología de un emprendedor como Jobs. El futuro de la empresa no es incierto ya que como comprenderán, Apple tiene una serie de nuevos productos en la línea de innovaciones y la famosa “i” (iBook, iPod, iPhone, etc.) continuará por cierto tiempo.
Depender de una sola persona genial y dictatorial como Jobs tuvo sus grandes ventajas como lo hemos comprobado por décadas, pero su gran problema es la sucesión y la chispa que se ve en los productos de esa empresa, bellos, elegantes, únicos fue debido a este emprendedor y me temo que eso no es traspasable a sus sucesores. Ojalá Jobs se pueda recuperar de sus dolencias.
Eso viene a colación cuando en un negocio familiar patriarcal, el fundador tiene tal fuerza, liderazgo y visión que opaca a su gente y hace muy compleja la sucesión. Nadie puede llenar sus zapatos y, si no se toman medidas para apuntalar a la empresa con estructuras de gobierno y una organización flexible, ésta corre un grave peligro. El mismo fundador puede contribuir a una transición sin problemas delegando y apoyando a sus subordinados y sucesores con sus conocimientos y experiencia o él mismo está propiciando la decadencia de su negocio con actitudes ilógicas y destructivas. Steve Jobs tiene, obviamente, gente muy capaz que tomará la dirección de Apple, pero su chispa creativa innata es otra cosa.
Cambiando al tema tecnológico vemos que, a pasos agigantados, la industria de publicaciones, tanto de periódicos y revistas como la de libros en general se está transformando a un negocio basado en la red y en productos digitales. No se va a acabar el producto de papel, pero sí algunos intermediarios como librerías y expendios. Han cerrado muchos en nuestro país (Librerías de Cristal, por ejemplo) y la cadena Borders en Estados Unidos no resistió la crisis y el cambio digital y quebró recientemente, lo cual es muy triste. Sin embargo la tecnología avanza y quiero informarles que nuestro Fondo editorial en Del Verbo Emprender ya se ha digitalizado y se puede conseguir en nuestra página web o en otros canales de internet, además de las ediciones de papel. La lógica nuestra es que con la facilidad como se pueden bajar estos productos a nuestras computadoras o tabletas en cualquier parte del orbe, es una oportunidad que no se debe dejar pasar para apoyar a los amigos lectores emprendedores y sus familias.
Finalmente, con la reciente contingencia del huracán Irene que tocó muchas regiones y “por las medidas radicales que se tomaron fueron propiciadas por una campaña mediática que, aunque algunos consideraron exagerada, permitió que el daño fuese menor. Nueva York se salvó de una tragedia mayor pero, como dice un familiar mío, él esperaba que salieran “vacas volando” o ríos en las avenidas de Manhattan por la tempestad y no sucedió nada parecido. Los medios son cada vez más poderosos y su política editorial puede causar pánico o ser un gran informador de instrucciones para prevenir un desastre como, por ejemplo, el de Katrina en Nuevo Orleans. Hay que ser prudente.
Fuente: Excélsior
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