Cuenta la Guemará que un pequeño animalito al que iban a hacerle Shejitá(iban a sacrificarlo para comerlo) se lanzó sobre los hombros de Rebi Hakadosh para que lo ayudara y no lo mataran. Ese animalito estaba llorando porque iba a morir; pero Rebi Hakadosh le dijo:
—¡Ve con el Shojet, ya que para eso fuiste creado!
Cuenta la Guemará que por no haberse apiadado Rebi de él, el Sabio recibió doce años de sufrimientos.
Preguntó el Mashguíaj de Lakewood, Rab Nathan:
—¿Qué hizo mal Rebi? ¡Realmente ese animal había nacido para que le hicieran Shejitá y Rebi le dijo la verdad absoluta!
Contestó el mismo Mashguíaj de Lakewood:
—Cuando alguien viene a pedirte alguna ayuda, no debes rechazarlo o decirle algo que lo haga sentirse mal, ¡incluso aunque sea verdad! Cuando alguien pide tu ayuda, ofrécesela, aunque no sea propicio para eso o tengas algún motivo para rechazarlo. Está prohibido cerrarle un ojo o decirle: “¡Ve con el Shojet, ya que para eso fuiste creado!”.
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