Esta frase es de la película “Después de la Tierra”, (del 2013) la dice el personaje de Will Smith.
Me encantó la frase.
Esta frase dice mucho de cómo vivimos nuestra vida en diferentes etapas de nuestra existencia.
Ahora, en la época que vivimos, llena de confusiones de mala comunicación entre personas, temores internos y otros (externos) a nosotros; es una frase vigente para las personas que de alguna u otra manera le dan vueltas a un problema o circunstancia que muy posiblemente no es tan grave, pero que lo agrandan por el miedo.
El miedo es un mecanismo que todos los seres humanos tenemos. Pero que debemos saber cuándo y cómo utilizarlo. Al usarlo como un mecanismo de defensa es un terrible bloqueador de acciones, de acciones que sí podemos realizar para nuestro propio bien y para el bien de los demás, pero al sentir miedo, dudas, confusión…nos bloquea, nos paraliza y por lo tanto rodea nuestro sentido de accionar cosas para el bien personal.
El miedo en la actualidad es un gigantesco elemento que impide que cómo personas nos ayudemos unos a otros, que hagamos algo por el bien común.
A veces nos despertamos con miedo, realizamos parte del día con dudas, temores de cosas que nos invaden nuestros pensamientos durante todo el día y a veces…toda la noche. Y la mayoría de las veces las agrandamos más de los que son.
Lo que quiso decir la frase: “del peligro es real, pero el miedo es una elección”, nos ilustra de cómo puede haber un componente de peligro o evento difícil u obscuro en ese preciso momento: El peligro de un asalto, la inseguridad, la falta de ingresos, no cubrir ciertas necesidades, la enfermedad, etc. situaciones que ponen nuestra vida en un grado de “peligro”, ciertamente es real, pero tenemos la opción, la gran opción de poder detener y contener el miedo:
El dejarse invadir por el miedo no. Esa es una opción, es una elección.
La situación real es compleja y muchas veces abrumadora, pero podemos transformar esa angustia y miedo por pensamientos alentadores, que nos ayuden en ese momento. puede haber una situación familiar dura o un momento personal que parece inmenso. Pero peor va a hacer si nos permitimos dejarnos invadir por el miedo.
Debemos elegir la calidad y cantidad de pensamientos positivos, consoladores, con ojos de esperanza. Para que el miedo no haga su peor trabajo: Inmovilizarnos y paralizarnos. En eso caemos en un error de táctica personal.
Hay que superarlo, manejarlo, para nuestro propio provecho.
Transformándolo a nuestro favor en algo que nos ayude a salir de una mala situación: financiera, emocional, sentimental, política, social o personal.
Convirtiéndolo en fuerza, vitalidad, valentía y acción. Es por eso que a pesar de que una situación parezca sumamente difícil y peligrosa. Debemos poder cambiar ese pensamiento, ese miedo a un pensamiento de emoción (de acción) de provecho y de ventaja para nosotros mismos.
Quiero aclarar no es una emoción de fantasía y de irrealidad, sino el cambiar la hoja de los pensamientos y las emociones por algo que nos beneficie personalmente y por ende a nuestra sociedad.
En momentos muy difíciles dónde sintamos que nos ahogamos en nuestros propios pensamientos de angustia, debemos actuar de inmediato ayudándonos, de la siguientes maneras (una de tantas maneras) son:
Concentrarnos en el momento actual, en ese preciso instante, irrepetible y llenar nuestra mente de pensamientos renovadores, de esperanza.
Llenando nuestros sentidos, cada uno, para sentirnos más tranquilos, más animados y por lo tanto: más vivos.
Cómo dije el “peligro” es real, pero todo depende con qué ojos queramos verlo y por lo tanto vivirlo. Es una decisión.
Recordemos que estamos aquí para vivir una vez, que sea al menos una vida, con menos miedo, con menos dudas y menos angustia. No nos hagamos auto sabotaje. Volvamos el miedo nuestra fortaleza, nuestro aliado, porque el miedo existe para mantenernos alertas, atentos, preparados. Pero el miedo no debe estar en nuestra vida para restarnos existencia.
Porque nada, absolutamente nada, ni interna ni externamente debe modificar el qué merezcamos vivir a medias. Debemos vivir de la mejor manera con una vida plena.
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