Es verdaderamente difícil conseguir metas importantes siendo totalmente realista; se requiere un sueño, se necesita un anhelo, un desafío, un reto y sobre todo, la voluntad. Sin ella, sin imaginación, las salidas de los tiempos adversos, recordemos que crisis representa oportunidad, es prácticamente imposible, en el menor de los casos, carecerá de tiempo y forma.
Cuando hay un sólo camino la ruta cambia de sentido, la mayoría de las veces es hacia atrás, sin que nos demos cuenta, en vez de avanzar, en multitud de ocasiones, retrocedemos.
Los grandes proyectos parten del fondo del corazón, del alma; es preciso fijarnos objetivos a lo largo del recorrido para llegar a las metas.
La experiencia, la capacidad de escuchar, de entender, sobre todo de analizar las sugerencias y los aportes de todos los demás, permite calcular, planificar, ser cuidadoso a la vez que arrojado, cuando nuestros planes nos resultan convincentes.
“El movimiento se demuestra andando”, dice el proverbio; sólo hay una manera de comenzar, esto es EMPEZANDO, la tarea más difícil cuando se ha perdido la confianza en uno mismo.
“EMPEZAR”, implica emprender, crear, iniciar el movimiento a sabiendas de que sólo nuestro entusiasmo permitirá redoblar el esfuerzo y llegar a donde queremos y nos hemos propuesto. Los fracasos tempranos seguramente intentarán que desistamos, se requiere mucha paciencia.
La fuerza, otro elemento indispensable y del que a veces pensamos que carecemos, nos es innata, LA FUERZA, LA TENEMOS TODOS, requerimos su complemento único, lo que hace que ella sirva, que nos sea útil, que de resultados, es LA VOLUNTAD.
Fuerza sin voluntad equivale a nuestro atuendo favorito guardado en el clóset, en el armario, que cuando lo vamos a usar o estrenar cambiamos de talla, pasó de moda o simplemente está arrugado y lleno de polvo; se parece también a esa langosta en el congelador que cuando quisimos comérnosla, el hielo la había quemado; la utilidad y gusto por algo se da exclusivamente cuando lo ejercemos o hacemos uso de ello.
Separar proyectos y trabajo de otros entornos resulta absolutamente necesario. Somos más que un sueño laboral o de realización profesional; somos hijos, hermanos, padres y amigos, entre otras cosas.
Sólo en la multiplicidad de facetas que nos construyen e identifican se encuentra la felicidad y sus secretos.
Los pequeños logros del camino forman el gran logro, a veces llegar al final es distinto a haber hecho una buena travesía, metas intermedias, pequeños avances que sólo resultan de esa dimensión cuando dejamos de lado el gran esfuerzo que ha sido puesto en juego.
El reto de empezar es utilizar para lograr tus deseos y poner e manera consciente en acción la ley de atracción con tu palabra que es mágica.
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