Entre Mubarak y la pared

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Acabada la era Mubarak ¿lo cual resulta, hoy por hoy, indiscutible ¿Con quién
hay que hablar para liderar la transición democrática? Nadie sabe quién es el
interlocutor de la oposición | Si el movimiento de los Hermanos Musulmanes no
fuera una de las organizaciones radicales islamistas más importantes del mundo,
el problema de Egipto sería de solución más rápida y menos incierta
El taxista lleva chaqueta de piel y gafas estilo’ CSI Miami’. La música rock
que rebota en las paredes del torturado coche acompaña sus intentos de perpetrar
un idioma parecido al inglés. Parece un joven de su tiempo, moderno, occidental,
probablemente twittero, ¿anti- Mubarak? Pero salta la sorpresa. “Mubarak nos da
estabilidad. Venían turistas, había dinero y ahora… ¿Qué pasará? Sin Mubarak,
¿Quién gobernará Egipto? Vendrán los religiosos…”.
Cerca pasa un coche repleto de sacerdotes coptos. Largas barbas, túnicas negras…
Señala el coche: “Sin Mubarak, estos lo pasarán mal”. Me suena esta partitura
amenazadora. ¿No era esto lo que decían los franquistas al final del franquismo?
El miedo al vacío de poder, la estabilidad como excusa para la tiranía, la
incertidumbre… Pero cometo mi primer error: ponerme gafas occidentales para
entender la realidad de esta gran y compleja nación árabe. No sirve la memoria
de mi propia historia, no sirve el lenguaje de otros mundos, no sirven las
certezas. A lo largo de la autopista que intenta llegar al epicentro de la
revuelta, justo donde está el Ramses Hilton, convertido en foco de la mirada del
mundo –no en vano en él se concentran los periodistas–, los controles se suceden
con más caos que sentido del orden. Aparecen los primeros coches blandiendo la
foto del viejo presidente. Pero ¿Egipto no había salido a la calle a derrocarlo?
Hoy es el primer día de “los otros”, y el blanco y negro de las crónicas
periodísticas se vuelve un galimatías cromático. “Los ha enviado el Gobierno”,
gritarán más tarde los resistentes de la plaza Tahrir, cuando empiecen los
violentos choques que dejarán centenares de heridos y algunos muertos. Después
de un lento, inacabable transitar, el taxi queda bloqueado en medio de la nada,
rodeado de decenas de otros coches abandonados de cualquier manera. El paisaje
parece la escena de una película apocalíptica de bajo presupuesto.
Reacción rápida. “Págueme”. Y con los dólares en el bolsillo, el joven coge la
maleta, me agarra del brazo y empieza a correr, saltar obstáculos, gritar “viva
Mubarak” como un poseso y sonreír como sólo sabe sonreír un joven árabe, con la
boca abierta hasta los ojos.
Cruzamos camellos que se manifiestan, caballos que se abren paso como si fuera
alguna batalla de Lawrence de Arabia y en todas las esquinas de la mirada las
manos agarran palos, piedras, cuchillos y… las mismas banderas de Egipto que
blanden al otro lado de la plaza.
La multitud grita consignas a favor de Mubarak y reniega de los periodistas. Aún
no ha empezado la caza del informador, pero no tardará mucho. Horas después, el
asedio a la información será uno de los titulares del mundo: periodistas
agredidos, pateados, hostigados, desaparecidos durante horas, incluso
tiroteados… El régimen no quiere miradas ajenas y hace notar su pesado, espeso
aliento. Incluso el Ramses sufrirá un intento de asalto, parado in extremis por
los tiros al aire del ejército o… por la negociación con los servicios de
inteligencia de la gente del hotel, que pacta la seguridad de los periodistas a
cambio de bloquear completamente su actividad informativa. Pronto el hotel será
un búnker donde entrar o salir será una opción de riesgo. Pero aún no. Y así,
agarrada del brazo de un taxista que escucha rock, entre miradas desafiantes y
gritos de exaltación de Mubarak, y con el eco del otro lado de la plaza gritando
contra el dictador, la llegada al hotel se convierte en la foto personal de la
primera pieza del intrincado rompecabezas de Egipto, cuyo momento histórico
puede cambiar la faz de toda la región. ¿Qué está ocurriendo? Las primeras
respuestas se amontonan en el armario de la simpleza: una dictadura malvada
tambaleándose a un lado de la plaza, y un pueblo oprimido gritando libertad, al
otro lado. Los malos y los buenos. Los opresores y los libertadores.
Dictadura o democracia. Ellos o los nuestros… Así rezan los corolarios de muchos
corresponsales, cuya voz ha tomado partido sin complejos. Otros miran con más
frialdad la situación, buscando esa quimera del equilibrio entre la profesión y
las emociones. Los hay que se mantienen como periodistas, profesionales, serios,
quizás algo cínicos. Los hay que ya se han convertido en manifestantes. No es
fácil la distancia. Y sin embargo, o se distancian las emociones o el foco
pequeño impedirá entender la complejidad del foco grande, ese que va más allá de
la fuerza emotiva de la plaza Tahrir.
Algunas certitudes. Es cierto que este movimiento anti-Mubarak ha nacido al
albur de los sectores más jóvenes de la sociedad egipcia, el llamado Movimiento
6 de Abril, cuyas primeras protestas se gestaron en el 2008, a tenor de las
muchas huelgas generales que se han ido sucediendo en el país. De hecho, la
decidida huelga de las mujeres de una fábrica de Mahalla el Kubra –donde están
las grandes fábricas textiles de Egipto–, cuya repercusión marcó un punto de
inflexión insólito, sería el inicio de un incipiente movimiento de protesta
vinculado a la crisis económica, sin ideología definida pero con
reivindicaciones propias de una oposición democrática. Más allá del partido
democrático Kefaya (Basta en árabe) prácticamente no existía oposición al
régimen que no fuera la islamista, y fue este movimiento nacido en Facebook,
casi espontáneo y sin líder aparente –aunque jóvenes como el fundador del grupo,
Ahmed Maher, o Ahmed Sala o Asma Mahfuz han actuado como catalizadores–, el que
encendió una mecha que prendió con una extraordinaria fuerza.
Durante meses fueron el centro de apasionados debates sobre el futuro de Egipto,
donde participaban miles de amigos del grupo. Cuando estalló la calle en Túnez,
el debate de los jóvenes egipcios se convirtió en una revuelta y de Internet
pasó a la calle, donde se transmutó en una auténtica marea de miles de personas.
Alguien la llamaría la Facebook Revolution o incluso la Twitter Diplomacy.
Asma Mahfuz, cuya apasionada alocución en YouTube recorrió las venas de Egipto,
lo explicaba así en el International Herald Tribune: “Sentí que hacer este vídeo
podía ser un paso demasiado grande para mí, pero entonces pensé: ¿durante cuánto
más tiempo voy a seguir con dudas y miedos? Tenía que hacer algo”. No podía
continuar dudando, paralizada por el miedo… Y lo hicieron. Y no hay ninguna
duda de que estos jóvenes forman una parte esencial de las revueltas que han
puesto en jaque una dictadura de décadas. Son una brillante porción del alma de
la plaza Tahrir, cuya capacidad para hacer reaccionar a otros sectores, como
intelectuales, universitarios, clases medias…, ha sido clave para la revuelta.
Sin embargo, ¿son algo más? Porque si bien Facebook se pudo convertir en el eco
de un grito colectivo, también es evidente que los cambios históricos necesitan
líderes que los galvanicen, y es el vacío de liderazgo de una oposición sólida
lo que marca la primera gran incertidumbre de esta revuelta. La otra gran
incertidumbre es quién y para qué se está aprovechando el grito de los
jóvenes…
Pero siguiendo el orden de las certezas, la segunda es una obviedad aplastante:
el régimen es, sin paliativos, una dictadura a la vieja usanza. Corrupta,
violenta, indiscriminada y aparentemente fuerte, no en vano ha sido durante
décadas el aliado de Occidente.
Parafraseando la cita histórica, Hosni Mubarak “era un h. de p., pero era
nuestro h. de p.”. Lo cual no niega algunas cuestiones de amplio calado: la
efervescencia de una intelectualidad crítica con los movimientos islamistas
radicales, imposible de existir en dictaduras de otro formato; la paz estable
con Israel, cuestión esta de enorme importancia para la estabilidad global de la
región; el papel de mediador en algunos conflictos relevantes, no olvidemos que
Egipto es la base permanente de la oficina central de la Liga Árabe; y
finalmente, la solidez de una amplia clase media cuyo dinamismo cultural y
económico floreció a tenor del corte occidental de esta dictadura. Dicho en
plata, de la misma manera que el sha de Persia era un dictador, pero dio oxígeno
a la modernización del país, Mubarak hizo lo propio. A costa, por supuesto, de
un recorte drástico de derechos humanos. Pero ambos modernizaron a sus
sociedades, como así hicieron la mayoría de los grandes líderes nacionalistas
panarabistas, todos ellos dictadores. No así, como es evidente, el otro modelo
de dictadura de la zona, la de corte teocrático. ¿Qué es mejor, pues, la
dictadura del sha o la de los ayatolás? La respuesta es evidente para cualquier
demócrata: ninguna de ellas.
Pero en esa zona del mundo, esa respuesta obvia no lo ha sido tanto durante
décadas. Porque incluso entre dictaduras, unas aprietan y las otras ahogan
definitivamente. A pesar, pues, de que esté de moda considerar perverso y
nefasto el apoyo que ha dado Occidente a un dictador como Mubarak, la historia
no permite tanta contundencia crítica. Como aseguraba Tomás Alcoverro –que algo
sabe de estos lares–, Mubarak ha sido muy importante para el avance de la
modernidad, los derechos femeninos, la masa crítica y las clases medias. Y su
freno a los movimientos integristas islámicos, así como su relación estable con
Israel y la garantía de seguridad del paso estratégico del canal de Suez, no
pueden ser leídos de otra manera que como una positiva aportación a la historia
de Oriente Medio.
El senador demócrata John Kerry, en un artículo reciente, lo definía así: “A
great nationalist that had contributed significantly to Middle East peace” (un
gran nacionalista que ha contribuido de forma significativa a la paz de Oriente
Medio)… A pesar de todo lo dicho, las dictaduras agotan su tiempo a medida que
ahogan a sus sociedades, y el tiempo de Mubarak parece definitivamente
finiquitado. Desde una perspectiva democrática, eso parece también una gran
noticia.
A partir de aquí, las incertidumbres. La primera es que nadie sabe quién es el
interlocutor de la oposición. Es decir, acabada la era Mubarak –lo cual resulta,
hoy por hoy, indiscutible–, ¿con quién hay que hablar para liderar la transición
democrática? En el lado gubernamental no hay duda: Omar Suleiman es el hombre
fuerte de Egipto, aunque la propia Hillary Clinton confirmó ayer mismo el
intento de atentado que sufrió hace pocos días. También es relevante el consejo
de sabios que formaron algunas personalidades egipcias nada más empezar las
revueltas, entre ellos el millonario cristiano Naguib Sawiris o el conocido
analista Salama Ahmed Salama. En medio de todos ellos, aflora el nombre del
actual secretario de la Liga Árabe, Amr Mussa, cuya popularidad podría situarlo
en línea de salida. Pero instalado en tierra de nadie, ni oficialidad ni
oposición avalan esta opción. El peso de la carga, sin embargo, está al otro
lado de la mesa, la oposición, una amalgama de nombres y gentes cuya única
convergencia es el odio a Mubarak. A partir de aquí, ni se parecen en nada ni
quieren lo mismo ni son lo mismo. Más allá de Mohamed el Baradei, cuyo impostado
ruido tiene más eco en la prensa extranjera que en la calle egipcia, el frente
opositor ni es un frente ni está unido.
Nada parecido a la memoria histórica de nuestra dictadura y a la suma opositora
que lideró la transición. Es cierto que procesos como el español también fueron
enormemente complejos, pero Egipto añade un elemento fundamental que puede
patear el tablero: el gran movimiento del fundamentalismo islámico.
La única oposición estructurada, sólidamente asentada en amplias capas sociales,
con líderes visibles y carismáticos y con una capacidad operativa internacional,
es justamente la oposición que nadie quiere ver, que casi nadie nombra, pero que
prácticamente todos temen. “Los religiosos”, según expresión del taxista del
rock. Es decir, el movimiento de los Hermanos Musulmanes de Egipto. Si este
importante fenómeno no tuviera miles de militantes, no fuera –desde su creación
en 1928 por Hasan al Banna– una de las organizaciones radicales islamistas más
importantes del mundo, no hubiera inspirado a grupos yihadistas de todo el
planeta y no tuviera el cuerpo teórico tan sólido que tiene, a la par que una
enorme influencia en sectores intelectuales, el problema de Egipto sería de
solución más rápida y menos incierta.
Es verdad que hasta ahora han mostrado un perfil bajo en las manifestaciones, no
en vano tienen un fino olfato para la estrategia y saben que su derivada
islamista es la fuente de mayor preocupación en el mundo occidental. Pero
algunas cosas son irrefutables: son un movimiento radical, cuya aspiración es un
Estado teocrático con la Sharia como única ley fundamental; son profusamente
antioccidentales, hasta el punto de que su principal líder intelectual, Sayid
Qutb –fuente de inspiración de la mayoría de líderes terroristas, entre ellos el
propio Osama Bin Laden–, basó en el odio a Occidente la base doctrinal de su
famoso libro Milestones; son furibundamente antisemitas y bélicamente
antiisraelíes, tanto, que incluso ahora que optan por la prudencia, no han
podido evitar ser claros en esta materia. A preguntas de la CNN, el portavoz de
los Hermanos, Mohamed Morsey, lo expresó con alarmante claridad hace pocos días:
“No mantendremos la paz con Israel”. No hay que olvidar que los Hermanos
Musulmanes fundaron la organización Hamas. Y más allá del alborozo que pueden
tener algunos irresponsables de la progresía más lunática que pulula por las
esquinas del antiisraelismo militante, lo cierto es que cualquier persona
sensata, a lado y lado del espectro ideológico, debe preocuparse por esta
eventualidad.
La paz con Egipto ha sido, hasta ahora, uno de los pocos pilares que permitían
el optimismo en la zona. Sin esa paz y sin esa seguridad, la región se puede
calentar hasta extremos impensables. Y si algo es fundacional en el cuerpo
teórico de los Hermanos, es su deseo de destruir al Estado de Israel. No es de
extrañar que ello preocupe, no sólo a los directamente afectados, tanto
israelíes, como palestinos democráticos, sino que preocupa a todo Occidente. Y
más allá de esta cuestión caliente, los Hermanos son especialmente belicosos en
tres pilares de los derechos humanos: los derechos de la mujer, los derechos de
las minorías religiosas y los derechos de la libertad de expresión.
En los tres casos, son enemigos acérrimos, cuya ofensiva ha puesto en la diana y
ha obligado a expulsar del país a intelectuales de renombre, líderes feministas
y directores de cine. Especialmente conocido es el caso del gran intelectual
Mohamed Arkoun, que luchó por conciliar Corán y modernidad y tuvo que exiliarse;
o del escritor y premio Nobel Mahmud Mahfuz, que, señalado por los Hermanos,
sufrió un atentado que lo dejó sin poder escribir al final de sus días; o el
conocido caso del gran estudioso del Corán Nasr Hamid Abu Zayd, acusado de
apóstata por intentar una lectura moderna del libro sagrado. Los Hermanos pedían
su pena de muerte. Convertido en apóstata, lo obligaron a divorciarse de su
mujer, y tuvieron que huir los dos a Holanda, donde él murió hace pocos meses. O
del director de cine Yusef Chahine, también perseguido…
El historial de asedio a las libertades de pensamiento y acción de los Hermanos
conforma su propia historia, y aunque han sido tradicionalmente perseguidos,
también son, a la vez, los más furibundos perseguidores de la libertad.
Mostrarlos ahora como islamistas moderados sólo puede representar dos cosas: o
una supina ignorancia o una supina ingenuidad.
Por cierto, uno de los grandes gurús intelectuales de los Hermanos es Yusuf al
Qaradawi, cuyo programa La Sharia y la vida de Al Yazira ven unos 40 millones de
personas. Es el líder espiritual de la Fundación Qatar del Barça y el hombre que
ha impuesto como hecho irrefutable que el Corán ama y desea la inmolación de los
jóvenes contra los enemigos del islam. Es decir, ha bendecido los actos de
suicidio terrorista. Sus debates al respecto con el rector de la Universidad Al
Azar de El Cairo fueron emblemáticos.
Y con todo ello, Al Yazira, tan importante como los jóvenes de Facebook para el
éxito de la revuelta. A pesar de parecer una televisión moderna, a pie de calle
y a micrófono de lucha, lo cierto es que Al Yazira hace tiempo que alimenta la
oposición islamista en todos los países donde hay revueltas. Así lo hizo en
Líbano, jugando abiertamente a favor de Hizballah y contra las gentes de Hariri;
así lo ha hecho con los documentos contra Mahmud Abas y la Autoridad Nacional
Palestina, que sólo han beneficiado a Hamas, y así lo hace también en Egipto.
Por supuesto, su pasión contra las dictaduras pro occidentales nunca ha venido
pareja de la más mínima crítica a dictaduras teocráticas como la propia que le
paga. Sus intereses son evidentes, pero su fuerza mediática es inmensa. Y no
parece que juegue a favor de la democracia en ninguno de estos países.
Todo esto hierve en Egipto. Y sobre estos renglones torcidos, Egipto debe
escribir su nuevo capítulo de la historia. No lo tiene nada fácil. Porque no se
trata sólo de derrocar a un viejo dictador. Se trata, también, de impedir el
vacío de poder –por eso las prisas norteamericanas no son nada buenas–, de
neutralizar cualquier intento de mantener la vieja dictadura y, sobre todo, de
impedir una dictadura peor. Por todo ello, hay que mirar a la plaza Tahrir para
ver cómo vibra su alma joven. Pero hay que ampliar el foco para saber cómo crece
el huevo de la serpiente. Todo lo que ocurra en Egipto cambiará el mapa de la
región. Y si cambia para mal, los peores augurios son posibles. “Venceremos”, me
dice un joven que pasa cerca.
Lo miro largamente. ¿Quién vencerá, los demócratas, el régimen, los islamistas?
La respuesta a esa pregunta es la madre de todas las respuestas.
Difusion: www.porisrael.org

Acerca de Pilar Rahola

.- Barcelona, 1958. Nacida en el seno de una familia de fuertes convicciones republicanas y antifascistas. Diversos familiares se han dedicado a la política..- Casada, con tres hijos. Una hija biológica y dos hijos adoptados: Sira, Noé, adoptado el 1993 en Barcelona, y Ada, adoptada en Siberia el año 2001. Amante de los animales, convive con diversos perros y gatos..- Doctora en Filología Hispánica y también en Filología Catalana por la Universidad de Barcelona..- De 1987 hasta 1990, directora de la Editorial catalana Pòrtic, con diversas colecciones literarias a su mando. Publicó, entre otros, "Bella del señor" de Albert Cohen y "La hoguera de las vanidades" de Tom Wolfe..- Directora de la Fundación Acta, para la difusión del pensamiento y el debate. Dirigió la fundación hasta 1993, año en qué entró en política..- Premio Josep Casanovas de periodismo, 1991..- Durante años, periodista de Televisión y prensa. Para televisión ha trabajo en programas culturales y sociales. También ha cubierto conflictos como la guerra entre Etiopía y Eritrea, la guerra de los Balcanes, la primera guerra del Golfo (desde Jerusalén), la caída del muro de Berlín, el asalto al Parlamento Ruso, o el proceso de independencia de los países bálticos..- Del 1993 hasta el 2000, diputada en el Parlamento español por la Izquierda Republicana Catalana. Durante años, la única diputada republicana de la Cámara. Ha formado parte de diversas comisiones de investigación, entre ellas, la famosa comisión Roldán, que investigó el caso más grave de corrupción del último gobierno socialista. También ha sido miembro de múltiples comisiones parlamentarias, entre ellas la comisión de exteriores..- Premio parlamentario "Azote del Gobierno" en 1994, otorgado por el colectivo de periodistas..- Socio de Honor de ADDA organización de defensa de los Animales, desde 1994..- De 1994 a 2000,, vice-alcaldesa de la ciudad de Barcelona, responsable de las áreas de comercio, consumo y turismo. En su mandato se reformaron varios mercados municipales y se reforzaron los ejes comerciales de barrio..- En 1997, después de graves disensiones internas que derivan en guerra abierta, abandona ERC y cofunda el Partit per la Independencia, que resulta un fracaso político. Abandona la política..- Estrella Intercoiffure a la mejor imagen, 1997..- Insignia de Oro Del Comercio, 1999, otorgado por el Consell De Gremis de Comerç de Barcelona. Diversas distinciones de organizaciones comerciales. Medalla de Oro de la Feria de Barcelona, año 2000..- Miembro del Comité de Honor de Altarriba, fundación de lucha a favor de los animales, desde 2002..- Diversos libros publicados en catalán y castellano."Aquell estiu color de vent", finalista premio El Brot, 1983. Editorial Pòrtic. Versión en castellano publicada en 1985 por "Libros Hogar y Moda" y titulada "Color de Verano". Novela de juventud que narra los anhelos y las esperanzas de un grupo de jóvenes en las postrimerías del franquismo."Aperitiu nocturn", Ed.Pòrtic, 1985. Novela de experimentación literaria, bajo los auspicios del surrealismo."La questió catalana", Ed. Columna, 1993. Antología de sus artículos más conocidos y comprometidos, publicados en el Diario Avui, donde tuvo una columna diaria de opinión desde 1989 hasta 1993."Mujer liberada, hombre cabreado". Ed. Planeta, 2000. Un libro sarcástico y combativo sobre las relaciones hombre/mujer desde la perspectiva de la liberación femenina. Existen varias ediciones, incluyendo ediciones de bolsillo. También existe la versión catalana, "Dona alliberada, home emprenyat", publicada por Planeta."Carta a mi hijo adoptado", Ed. Planeta, 2001. Este libro se ha convertido en un clásico en el mundo de la adopción. Narra los miedos, los anhelos y la lucha desde mi propia experiencia en la adopción de mi hijo. Existen diversas ediciones y una traducción al portugués, "Carta ao meu filho adoptado", publicado en Portugal por Ambar, el 2001. La versión catalana, "L´adopció, un acte d´amor", ha sido publicada por Columna."Historia de Ada. Los derechos pisoteados de los niños", ed. Randomhouse Mondadori, 2002. Este libro es un encargo de la ONG Intermón Oxfam para que explicara la situación de los derechos de la infancia en el mundo: prostitución infantil, sida, explotación laboral, niños soldados. Es un libro duro y comprometido."El món actual a través de tres generacions", Ed. Random House Mondadori, 2003. Libro coral que incluye una antología de los mejores comentarios radiofónicos emitidos en el programa de Josep Cuní, por parte de mujeres de tres generaciones distintas; Teresa Pàmies, Margarita Rivière y Pilar Rahola."Catalunya, any zero", Ara llibres, 2004. Antología de los mejores artículos publicados en el Diario El País, donde colabora semanalmente desde el 2001..- Ha dirigido en radio y televisión el programa de entrevistas "Vis a vis". Ha colaborado en múltiples programas de radio y televisión, entre ellos los dirigidos por grandes nombres del periodismo, como Jesús Hermida, Luís del Olmo, Ana Rosa Quintana, Xavier Sardà, Antoni Bassas en y diversos programas dirigidos por Josep Cuní, con quien colabora estrechamente. En la actualidad colabora con Julia Otero en Onda Cero, con Jordi González en Tele Cinco y tiene un espacio diario de carácter social, en el programa "Els Matins de TV3" de Josep Cuní. En los medios escritos, ha colaborado durante años con el diario El País, Avui y el Periódico, y actualmente tiene una columna diaria en el prestigioso diario La Vanguardia..- Ha participado en diversos congresos internacionales de temáticas de la mujer y de la infancia..- Premio Betera en Lilà, 2003, por su lucha a favor de la mujer..- Desde hace años sigue de cerca la cuestión de Oriente Medio, cuya geografía física, política y social conoce bien. Ha viajado más de veinte veces a la zona. Es una ferviente luchadora contra la distorsión informativa y contra la actual criminalización del estado de Israel, y ha convertido la batalla contra el antisemitismo en una de sus causas. Batalla reflejada en decenas de conferencias y artículos..- Su conferencia "Los judíos y las moscas" en la UNESCO de París, en mayo de 2003, fue uno de los primeros textos europeos de denuncia del papel de la izquierda y del periodismo, respecto a Israel, a quienes acusa de fomentar el antisemitismo actual. Ha sido traducida a varios idiomas..- Es autora, también, de un texto referencial, "A favor de Israel", publicado en un libro coral, en catalán en Ed. 3y4, y en castellano en Ed. Certeza, 2004. También ha sido traducida de forma múltiple..- Conferencia en el Annual Meeting del American Jewish Comité, en Washington, en el 2003: "Antisemitismo y antiamericanismo de Europa. El síndrome Chamberlain". Múltiples traducciones..- Conferencia en el Congreso de Karen Hayesod en el Mar Muerto, Israel, en noviembre de 2003: "El ojo tuerto de Europa. Los Protocolos de los Sabios de la Información". Diversas traducciones..- Ha dado conferencias en Universidades de Argentina, Colombia, Brasil, México, Costa Rica, Israel, Chile. También las ha dado en diversas ciudades americanas, entre ellas Miami, San Diego, Palm Beach, y también en Puerto Rico, en el Palacio Legislativo de Uruguay y en Panamá. Asimismo, ha participado en las jornadas contra la intolerancia en Sao Paulo, auspiciadas por El Observatorio contra la Intolerancia de la Universidad de Sao Paulo..- Distinción "Javer Olam" ("Amigo del Mundo"), 2004, otorgado por la Comunidad Judía de Chile, en el Iom Ha Shoá ("Día del Holocausto"), por su lucha contra el antisemitismo. Asimismo, ha sido conferenciante de honor 2004, en la conmemoración de la Kristalnacht, en Paraguay, en presencia del Presidente de la República..- Homenaje de la Directiva de Amia, en Argentina, en 2004, por su lucha contra el terrorismo..- Premio "Panarra de l´any", 2004, otorgado por el Gremi de Flaquers de Barcelona, por haber sido siempre sensible a la problemática del sector..- Doctora Honoris Causa por la Universidad de Artes y Ciencias de la Comunicación de Santiago de Chile, otorgado por su lucha a favor de los derechos fundamentales, junio 2004..- Miembro de Honor de "Comunidad Mujer" de Chile, que agrupa a las mujeres dirigentes de Chile. Junio 2004..- 2005. Primer Premio Barcelona Comercio otorgado por la Fundación Barcelona Comercio, que agrupa los ejes comerciales de la ciudad. Premiada por su defensa del comercio de barrio..- 2005. Premio Cicla 2004, ex aequo con Manuel Tenembaum y Mordejai Arbei. Entregado en la Universidad Hebrea de Jerusalem por las Comunidades Iberoamericanas de Israel. El premio se otorga a personas o instituciones que destacan por su apoyo al pueblo judío, al estado de Israel y a la humanidad..- Nombrada Miembro de Honor de la Universidad de Tel Aviv, 2006..- Premio Menorá de Oro, 2006, otorgado por la B´nai Brith de Francia. Este premio lo ganó junto a Simone Weil..- Premi SCOPUS, otorgado por la Universidad Hebrea de Jerusalén, el 2007. Este premio es la más alta distinción que da esta Universidad, y ha sido concedido a personalidades de todo el mundo. Entre otros, tienen el premio Scopus Saul Bellow, Milton Friedman y Elie Wiesel..- Premio APEI 2007 al mejor articulista de Prensa, otorgado por la "Asociación Profesional Española de Informadores de Prensa, Radio y Televisión"..- En 2008, ha participado en el congreso Anual de AIPAC (Amercan Israel Public Affairs Commitee), como invitada de honor, para dar una conferencia sobre la izquierda y el antisemitismo en Europa..- Premio Mass Media Award 2009, otorgado por la American Jewish Committee, por su lucha contra la intolerancia y en favor de los derechos humanos..- Premio senador Angel Pulido 2009, otorgado por la Federación de Entidades Judías de España, por su lucha conta el antisemitismo.- Orden del Presidente de la Universidad de Tel Aviv, 2009.- En 2009 publica el libro "Atrapados en la discordia", que recoge un intenso debate sobre el conflicto de Oriente Medio con el corresponsal en el Líbano, Tomás Alcoverro. Editorial Destino..- En 2010 publica en catalán una aproximación crítica a la figura del dirigente político Artur Mas: "La màscara del Rei Artur". La Magrana..- 2010. Premio "Daniel Pearl Award", otorgado por la ADL (Anti-Defamation League), por su código ético periodístico y su lucha contra el antisemitismo.

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