A veces en este día a día, como tú amable lector, y en mi agradecida experiencia, a veces me pregunto a mi mismo, a mi ser interior, esta voz que me acompaña siempre en todo momento y que espero estés de acuerdo con mi sentir, que nunca nos abandona.
Desde mi niñez siempre experimenté muchas situaciones que me hicieron sentir diferentes formas de ver la ver la vida, algunas veces me deleitaba con el más simple viento de verano o con el canto del ruiseñor, auténticos regalos de la vida. En esos momentos no era muy espiritual, mucho menos religioso, tuve retos a vencer, uno de ellos fue la dislexia, que aunque sí me causó baja autoestima a su vez me hizo crecer internamente. En esas turbias épocas, muchas ideas pasaban por mi mente, una de ellas era la misma existencia de Dios, y el ¿por qué me pasaba esto?
Durante casi toda la historia del ser humano, se ha tratado en vano de encontrar al Creador, o saber sus verdades con respecto a la vida misma, a este mundo etc., poco o casi nada se ha encontrado. Las religiones solo nos han guiado a través de la vida, y solo dándonos una breve guía de la verdad absoluta y que algunos seres humanos con su gran soberbia creen tener. Creo firmemente, que estamos en una época de ajuste cuántico y que todo lo visible e invisible, lo tangible y lo que no podemos tocar tiene un orden superior. Con mis años de experiencia y dejando el ego a un lado, he aprendido a conocer de mis errores y aciertos, he aprendido a admirar lo que Dios nos regala día a día, a valorar un gracias, a tener compasión por los demás, y sobre todo tratar de hacer las cosas por amor, sin creernos más que nadie.
Muchas cosas me han puesto a pensar en el destino de todos, pero no he obtenido más que una amorosa voz que me susurra ten fe, estás en buenas manos, de ahí la misión de cada uno acá, en esta vida, que no necesariamente es obligatorio pero sí es altamente aconsejable, como en el libro de la vida que todos tenemos dentro nos invita a amar y ser amados, a caminar teniendo al creador por delante, a disfrutar de un amanecer, de ayudar al necesitado, ya que quizás alguna vez podríamos ser nosotros los que necesitemos ayuda… eres un ser hermoso, lleno de luz y amor. Eres tan importante que las fuerzas de la creación se acomodaron para hacerte, sé orgulloso de esto y recuerda que Dios te ama.
Un escrito a través de un corazón muy grande.
De un ser que sabe dar amor
Me emociono mucho y me lleno de orgullo
Un escrito a través de un corazón muy grande.
De un ser que sabe dar amor
Me emociono mucho y me lleno de orgullo
Preciosos pensamientos ❤️
Una hermosa reflexión de vida. El escritor muestra sensibilidad, respeto y amor hacia todos los seres humanos. Más hombres como él deben continuar enseñando la importancia de saber agradecer y extender la mano al necesitado. Sin olvidar jamás que Dios nos conduce por los caminos de la vida. Solo debemos elegir el correcto.
Me enorgullece conocerlo.
Felicidades
Buen artículo!!