Por el rabino Moshe Pitchon autor del libro “Algo Nuevo Está Sucediendo: La vida y los tiempos de Naftali Bennett”
El miércoles por la noche, el calendario judío prevé la celebración de Purim. Se trata de una fiesta que surgió en conmemoración de un evento relatado en el libro de “Ester”.
Una de las peculiaridades de este libro es que- aun siendo parte integral de la literatura fundamental del pueblo judío, el TaNaKh- una cuarta parte del texto completo pasa “antes de que el libro se vuelva judío.” De hecho, el único elemento judío del relato es que, tal como lo dice el autor, los héroes son judíos.
La historia, que pretende haber ocurrido en Persia hace unos dos mil quinientos años, menciona al rey persa y a la realeza persa 250 veces; sin embargo, nunca menciona a Dios ni a ninguna práctica religiosa judía. De acuerdo con el relato, si bien los judíos transgreden o ignoran la ley religiosa judía, lo que los califica como judíos es que hacen algo más profundo que observar los rituales religiosos.
Con palabras e imágenes apropiadas al público de su época, este libro no- religioso discute el alcance y los límites de la ley y la autoridad. Se centra en el valor del liderazgo humano y su maldad potencial.
El libro de Ester enfrenta a dos individuos, dos tipos de personas, cada uno de los cuales tiene una visión del mundo diferente y opuesta.
Por un lado, está el judío Mordejai (y su sobrina Ester), quienes repetidamente optaron por arriesgarlo todo por el bien de la vida y la dignidad humana.
Por otro lado, Amán -cuyo nombre deriva de la palabra himen, (palabra que significa “obstáculo para la fecundación”) es presentado como la encarnación del mal. Aquí el mal es definido como aquel enfoque de la vida en el que en lugar de preocuparse por el bienestar de todos, el beneficio propio es el objetivo de la existencia.
El conflicto surge de la negativa de Mordejai a inclinarse ante el poderoso Amán, quien gobierna el imperio en nombre del rey. La percepción de Amán de que su autoridad ha sido cuestionada es inaceptable en el sistema totalitario que gobierna. En consecuencia declara la ejecución de un genocidio basado en un falso pretexto sobre fronteras e identidad.
Amán está movido por la necesidad de afirmar su poder. La necesidad imperiosa del fanático de controlar.
Cree que la indiferencia de Mardoqueo hacia su poder lo avergüenza ante los ojos de los demás. La vergüenza, por supuesto, es la respuesta insoportable al reconocimiento de la brecha que existe entre una autoimagen idealizada y la verdad sobre uno mismo.
Ególatra errático, salvaje, preocupado solo por su honor y la desgracia de su enemigo, Amán pierde todo respeto por la vida humana.
Por otro lado, el orgullo que obliga a Mardoqueo a no inclinarse ante el vanidoso Amán es el orgullo de la autoestima y la dignidad. “¡Cuán sencillo hubiera sido para Mordejai halagar la vanidad de Amán; cuántos problemas y angustias habría evitado si hubiera sido más dócil y fácil de llevar!”
El tiempo y las circunstancias enseñaron a los judíos el arte del compromiso. Han sobrevivido y progresado gracias a su capacidad de adaptación y ajuste. Sin embargo, los judíos, junto con muchos otros pueblos, también han aprendido que hay circunstancias en la vida donde otros valores priman para que la vida pueda ser defendida.
Tal como lo dice la heroína del libro que lleva su nombre al enfrentar el momento decisivo cuando aun es tiempo de de hacer frente a la destrucción que amenaza a su pueblo. Emprendiendo una acción que pone en peligro su propia vida entiende que “¡Si he de morir, moriré!” (Est. 4: 16)
Los seres humanos justos definen la humanidad con su intransigente defensa de los valores y creencias que nos hacen humanos, incluso cuando los que hay que defender son solo un grupo relativamente pequeño de seres humanos.
La fortaleza de Ester y Mordejai es lo que en última instancia decide el desenlace final de la historia. En los últimos versos del libro leemos que a pesar de todos los planes maléficos de Amán ” lo contrario ocurrió ” (Est. 9: 1).” Purim es una celebración alegre debido al optimismo judío que dice que a pesar de las luchas, las crueldades y la maldad, hay también defensas de la paz, beneficencia y el bien que siempre persevera frente a la maldad.
Ahora bien, ¿qué podemos aprender en el siglo XXI, particularmente en este Purim, si al leer el libro de Ester cambiamos los nombres de Amán por Putin y Mordejai por Zelensky?
Artículos Relacionados: