La experiencia sensorial y culinaria que viví en Royalton Splash Riviera Cancun comenzó con el arte de la coctelería. Las sensuales flamas del fuego se alzaron en un místico esplendor dentro del misterioso ambiente the The Cave. Mi coctel flameado, creativo y atrevido, vino acompañado de un espectáculo del talentoso bartender, quien nos deslumbró con sus maniobras.
Después de disfrutar de la sabrosa bebida con los sabores tropicales del Caribe, me dirigí al delicioso restaurante Ma Maison. En el ambiente cómodo pero refinado de Ma Maison nos deleitamos con la cocina tradicional francesa con los deslumbrantes colores el Mar Caribe asomándose por la ventana.
Las arenas doradas y las brillantes aguas azules del Caribe hacen de Riviera Cancún uno de los destinos más codiciados de México. Alzándose al ras del mar, Royalton Splash Riviera Cancun, An Autograph Collection All-Inclusive Resort, es el escenario de momentos memorables y experiencias culinarias únicas.
Uno de los espacios mas refinados y seductores de Royalton Splash, Ma Maison revive recetas tradicionales francesas con un toque moderno. La gastronomía francesa es conocida en todo el mundo por su calidad y diversidad; es fruto de una herencia secular y también está en constante evolución gracias a sus profesionales que siguen re-visitando sus clásicos para sorprendernos y satisfacernos siempre, y el chef de Ma Maison se asegura de poner en alto este celebre arte culinario.
Aquí tuve el placer de degustar el NY Steak au Poivre, con mantequilla maitre del hotel, papas fritas y salsa de pimienta – sabroso y perfectamente logrado. Entre sus otros platillos fuerte estrella también están las costillas Short Rib braseadas con puré de papa con queso azul, las chuletas de cordero a la Provenzal con puré de chícharos, demí de menta y papas fondant y el clásico Bouillabaise con pescado, mejillones, calamar, hinojo, tomate y ruille de azafrán.
Para terminar con broche de oro degusté algunos excelentes postres del restaurante, como la tarta de pera, el creme brulée de chocolate y unas espectaculares crepas con cajeta hecha en casa, flameadas en la mesa con licor de naranja, las cuales me transportaron a través de los sentidos a Francia.
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