500 gramos de papitas de cambray (baby potatoes), lavadas y cortadas por la mitad si son muy grandes.
2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen.
1 cucharadita de comino molido.
1 cucharadita de paprika ahumada.
2 chiles jalapeños finamente picados.
Sal y pimienta negra al gusto.
2 dientes de ajo, picados finamente.
1 cucharada de perejil fresco picado.
Jugo de 1 limón.
1 cucharadita de ralladura de limón.
Modo de preparación:
Precalienta tu horno a 200°C (392°F).
En un tazón grande, mezcla las papitas de cambray con el aceite de oliva, el comino molido, la paprika ahumada, los jalapeños picados, la sal y la pimienta. Asegúrate de que las papitas estén bien cubiertas con esta mezcla de condimentos.
Coloca las papitas en una bandeja para horno en una sola capa. Esto ayudará a que se cocinen uniformemente.
Rostiza las papitas en el horno precalentado durante unos 30-35 minutos, o hasta que estén doradas y tiernas. Puedes darles la vuelta a la mitad del tiempo para asegurarte de que se cocinen de manera pareja.
Mientras las papitas están en el horno, puedes preparar el aderezo. En un tazón pequeño, mezcla el ajo picado, el perejil fresco picado, el jugo de limón y la ralladura de limón.
Una vez que las papitas estén listas y bien doradas, retirarlas del horno y colócalas en un plato para servir. Rocía el aderezo de ajo y limón por encima de las papitas.
Estas papitas son el acompañamiento perfecto para carnes a la parrilla, pescados o como parte de un festín vegetariano. El toque de limón y ajo fresco les da un sabor fresco y vibrante que complementa perfectamente su textura crujiente. ¡Buen provecho!
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