Se habló de paralelismos, en el Coloquio Internacional realizado en el Museo Nacional de Arte “Obras Maestras años 1750 a 1950”, al que fuimos invitados un grupo de críticos de arte.
Este Coloquio contó con la participación de algunas personas de los museos norteamericanos y ponentes mexicanos, algunos provenientes de una prestigiosa Universidad nacional.
Algunos meses antes, en la ciudad de Chicago, específicamente en el Fine Arts Center Museum (Museo de las Bellas Artes), se presentó la exposición intitulada “El Modernismo Mexicano y el Arte de Gunther Gerzso”.
Entre los principales temas que se abordaron en esta muestra, se encontraba la vinculación de Gunther Gerzso con el grupo de los artistas surrealistas exiliados en México.
Al platicar con algunas de las personas que se involucraron en la exhibición, mencionaron la fascinación del artista por las antiguas civilizaciones prehispánicas de mesoamérica, sus conexiones con el movimiento del Expresionismo abstracto y el riesgo que Gerzso asumió al consagrarse a la abstracción, mientras que la Escuela Mexicana de Pintura, seguía predominando en el arte de México.
Entrevistamos a la curadora la Sra. Du Pont, quien ha dicho para nuestros lectores: “El trabajo de Gerzso representa una nueva dirección en la pintura mexicana a mediados del siglo veinte. Es una forma pionera de abstracción, que prueba que el Surrealismo en exilio, fue tan crucial en México para el desarrollo de su pintura, tanto como lo fue en Nueva York, para los Expresionistas Abastractos. Su pintura es una muestra del cambio interno entre los artistas de vanguardia internacional, como Adolph Gottlieb, Jackson Pollock, Barnett Newman y Mark Rothko, hacia un nuevo enfoque en el ser mismo, en el mito, en el psicoanálisis y también en el arte indígena”.
Continuó nuestra plática con otros artistas que se encontraban por ahí. “A través del estilo de arte abstracto, tan particular y poético que creó Gunther Gerzso, arraigado en la naturaleza, arquitectura y figura humana, el artista generó una nueva dirección en el arte moderno latinoamericano”.
Viendo más allá del compromiso social y de la expresión dramática de las pinturas murales de “Los Tres Grandes”: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, Gerzso adoptó un espíritu fresco del internacionalismo y un firme compromiso hacia posibilidades poéticas.
En la exposición hubo algunas secciones. En la primera abordó sus años de desarrollo como diseñador escenográfico y pintor autodidacta en el Cleveland Play House en Ohio y en la ciudad de México, (años 30’s y 40’s).
Otra sección se enfocó al período surrealista del artista, durante los años 40’s, en los cuales desarrolló estrechos lazos con los artistas surrealistas europeos refugiados en México, como Leonora Carrington, Wolfgang Paalen, Benjamín Peret y Remedios Varo.
En la sección central, se encontraron los años de plena madurez entre la década de los 50’s y 60’s. Esta sección exploró la importante relación de Gerzso con los Expresionistas Abstractos de los Estados Unidos y el informalismo (Informal Art in Europe) y cómo el artista respondió a estas nuevas ideas en el arte, desarrollando una forma poética de abstracción, al mismo tiempo nativa e internacional.
Pero es en la década de los años 40’s y 50’s cuando se marca la aparición de su estilo característico. El artista trabajó hacia un geometrismo abstracto expresivo. Fascinado por las ruinas mayas y aztecas, Gerzso se identificó con el uso del cuadrado en la arquitectura precolombina y transformó esta forma, en un ícono.
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