A lo largo de generaciones, el tequila se ha abierto camino hasta llegar a convertirse en el destilado más representativo de México ante el mundo, y por sus sabores cautivantes que hipnotizan los sentidos es nuestra bebida consentida. No se trata sólo de una bebida más, es tan valiosa que está protegida por la Denominación de Origen Controlada, y es tan querida que incluso el 24 de julio se instauró como el Día Internacional del Tequila.
Sus cualidades como su complejo sabor, riqueza en aromas y gran versatilidad, hoy pueden saborear como nunca antes gracias a Suave Tequila, el tequila de sorbo más distintivo, orgánico, con certificación kosher y sin aditivos que la industria haya conocido jamás.
Detrás de su nombre hay toda una historia de dedicación, excelencia y legado de las tradiciones mexicanas, es un tequila que logra capturar el carácter y la personalidad de su lugar de origen, y que al mismo tiempo le da un toque distintivo que lo hace único. Los agaves
Después de un mínimo de cinco años de crecimiento, los agaves absorben los minerales y nutrientes necesarios que le dan a la planta sus características especiales. En su producción se emplean agaves cuidadosamente seleccionados, que se eligen por su contenido de azúcar y por las condiciones de madurez idóneas, cada agave elegido es cosechado quitando las hojas y el tallo del agave para evitar sabores amargos, quedando solamente la piña o el corazón del agave, después de este proceso que se hace totalmente a mano.
Las piñas blancas son transportadas a la destilería para su procesamiento, cortándolas en mitades y cuartos para ser colocadas en los hornos de autoclave de acero inoxidable, donde se cocinan a vapor hasta que los almidones que contienen se transforman en azúcares fermentables listos para su extracción. Una vez cocido y enfriado, se aplasta para obtener el jugo o aguamiel, llamado así por ser rico y dulce.
Durante la fermentación de Suave Tequila no se utilizan aditivos ni levaduras importadas, sino que se logra con las esporas que se encuentran en el aire de forma natural. Es en esta etapa del proceso en la que los azúcares se transforman en alcohol, que luego será destilado para producir este tequila de la más alta calidad. Al no tener aditivos y ser un proceso natural, la fermentación varía entre los meses de verano y los meses de invierno, por las diferencias de temperatura, por lo que hay que considerar los efectos de diversos aspectos. Una forma de hacerlo es mediante el procesamiento de lotes pequeños y barriles individuales, que además de garantizar la obtención de un tequila extraordinario, hace que el proceso sea muy emocionante y a la vez extremadamente complejo.
No hay fechas ni ocasiones especiales para deleitarnos con Suave Tequila, porque su sabor y aromas son los que hacen que el momento de beberlo sea único y maravilloso. Prepararlo en cócteles, maridarlo con alta gastronomía y con platillos típicos de la cocina mexicana, o tomarlo en una reunión con amigos, son sólo algunas de las muchas razones que podemos encontrar para saborearlo.
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