Violín de cinco estrellas de Zimmerman

El violín de cinco estrellas de Zimmerman
El violín fue fabricado por Yaacov Zimermann en Varsovia, alrededor de 1920. Mientras que no se conoce al dueño, la artesanía en su elaboración y los adornos de las estrellas de David nos indican que alguna vez fue propiedad de algún músico judío. Los músicos klezmer muy seguido decoraban sus instrumentos con símbolos judíos. Mientras más “judío” se viera el violín, más seguro sería que el rabino del pueblo los recomendara para tocar en las bodas, y también más probable que el músico consiguiera una mejor propina. Este violín lo fabricó Zimmerman y lo decoró con cinco estrellas, cuatro en la tapa delantera y una grande en la tapa posterior.

Yaacov Zimmerman es recordado como un respetado luthier, un artista sobresaliente y una persona muy amable, sobre todo con los músicos judíos jóvenes. La famosa violinista Ida Haendel, que llegó a la edad de 7 años a Varsovia para aprender a tocar violín en el Conservatorio Chopin, lo recuerda como una persona desinteresada que muchas veces reparaba los violines de forma gratuita. El ex concertino de la Filarmónica de Berlin, Michel Schwalbé recuerda cómo Zimmerman le dio todo lo que necesitaba para tocar violín, incluyendo el instrumento, las cuerdas y el arco, incluso le consiguió un cuarto para poder practicar. Para estos jóvenes el nivel de apoyo recibido fue crucial para sus vidas. Zimmerman desapareció durante el Holocausto, se cree que murió en el gueto de Varsovia.
También la música klezmer fue diezmada por la Segunda Guerra Mundial.

Desde finales de los años 1920 la popularidad del klezmer empezó a decaer, la población judía establecida había empezado el lento pero implacable proceso de asimilación, cada vez en menos bodas se pedía la música tradicional, momento en que hacía su aparición el klezmer. Durante el Holocausto, miles de músicos fueron asesinados por los nazis eliminando una generación entera de músicos, tanto profesionales como amateurs, y de audiencia klezmer. El Estado de Israel, fundado en 1948, ofreció un nuevo hogar para los sobrevivientes del Holocausto, sin embargo, el deseo de los judíos nacidos en Israel y de los nuevos inmigrantes, era cortar los lazos del pasado, con Europa y fortalecer la identidad judía construyendo una nueva sociedad. La lengua Idish y la música klezmer fueron relegadas a la historia, adicionalmente, la profesión y género klezmer fueron reprimidas en los países controlados por la Unión Soviética. Sin embargo, el filamento del klezmer no desapareció del todo y ya en los años 1960 despertó, sobre todo en las comunidades jasídicas. A fines de la década de 1970 hubo un resurgimiento klezmer, gracias a ciertos músicos, que sacaron sus repertorios de las antigua grabaciones sobrevivientes.

El violín con las cinco estrellas llegó en muy mal estado al taller de Amnon Weinstein quien se tardó alrededor de año y medio en repararlo. No tenía barniz en la parte superior, solo color, probablemente debido a que fue tocado en un clima extremo, es por eso que se cree que el dueño lo utilizó en un campo de concentración o en un gueto, de lo contrario el propietario no lo tocaría afuera en la lluvia y la nieve, dañando de esa manera su violín. Gracias a Amnon nuevamente se puede escuchar su sonido y podemos honrar su memoria. Cuando un músico toca en un instrumento por mucho tiempo, el instrumento queda marcado por la forma de tocar de él. Cuando alguien más lo agarra aprende a tocar el instrumento de manera que honra su historia. Cuando los músicos tocan en los Violines de la Esperanza y encuentran la manera de sacarle su mejor sonido, realmente están trayendo los patrones de sus antiguos dueños, aquellos que tocaban con ellos, de manera que es como si estuvieran con nosotros.