Estamos en el mes de elul, que es un acrónimo de aní ledodí vedodí li, ‘yo soy para mi Amado y mi Amado es para mí’.
La razón por la que se llama elul, es porque la forma en que nos relacionamos con Hashem define cómo percibimos la manera en que Él se relaciona con nosotros. Las relaciones son recíprocas, como enseña el Rey Shlomó: “Kamaim hapanim lapanim ken lev haadam laadam” ‘así como el reflejo de un rostro en el agua es un rostro, el corazón de una persona refleja el corazón de otra’ Cuando amamos a alguien, sentimos que somos amados; cuando sentimos resentimiento hacia alguien, sentimos que esa persona nos resiente.
Este principio se aplica también a nuestra relación con Hashem. Aní ledodí, si amas a Dios, vedodí li, entonces verás que Dios te ama. Pero si sientes resentimiento (Hashem, no me trataste bien, no valoras lo que he hecho por Ti, estás haciendo que mi vida sea muy difícil), entonces pensarás que Hashem no te ama.
Lo que sientes hacia tu prójimo es lo que imaginas que él siente hacia ti. El mismo principio se aplica a Dios. Si odias a Hashem, entonces crees que Él te odia. Asimismo, si amas a Hashem, sentirás que Él te ama. Por lo tanto, una de las principales áreas donde se debe trabajar durante el mes de elul es amar a Hashem, y de esta manera sentirás Su amor por ti. La parashá de esta semana nos da una poderosa herramienta para lograrlo: la gratitud.
Saludos,
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