Vivir sano significa un constante cuestionamiento personal, sin embargo al enfrentar alguna patología conlleva a preguntarte de tu posición ante la vida y sobre tu pasado. La curación requiere vivir en el presente, es un proceso de reflexión del pasado y de su traducción en el presente.
Tiempo atrás se dejo de reconocer la enfermedad como puramente física, en su aparición, mantenimiento y agravación, influyen muchos otros factores: emocionales, estrés, pensamientos, comportamiento, apoyo familiar o incluso de la sociedad. Se reconoce en la actualidad, que las enfermedades crónicas, como las enfermedades cardiovasculares, diabetes y el cáncer, son las principales causas de muerte en población adulta; estas son enfermedades que se relacionadas con los comportamientos de las personas como fumar, abuso del alcohol, alimentación inadecuada, falta de activación física o falta de controlar estrés. Es decir, son enfermedades que tiene como causas factores sociales y psicológicos. La principal forma de intervenir es actuando de manera preventiva, incidiendo de manera integral en la vida de las personas.
En la actualidad se reconoce que las personas no se curan porque no se han podido liberar de la ilusión de ser víctima. Con demasiada frecuencia, la gente obtiene poder sobre sus heridas porque han encontrado que suscita el apoyo de otros. El perdón no tiene nada que ver con responsabilizar a otros por las heridas que causaron. Tiene que ver con “liberarnos de la percepción de víctima”. Es fácil mantenerse en un compás de espera, alegando que uno no sabe qué hacer, pero rara vez es cierto, dentro del terreno de la espera se sabe exactamente lo que debemos hacer, pero estamos aterrorizados para actuar en consecuencia. En este sentido la patología se convierte en un medio de manipular y controlar a los demás. El cambio es alarmante, y la espera da sensación de seguridad, cuando la única manera de adquirir ese sentimiento es entrar en el torbellino de los cambios y salir sintiéndose saludable.
Generalmente, la recuperación requiere de hacer cambios en el estilo de vida, medio ambiente y relaciones. El cambio puede ser aterrador, la sanación en cambio requiere acción, incorporar nuevas formas de llevar la vida.
El espacio psicológico permite cuestionar y generar alternativas para poder incorporarlas en tu vida cotidiana, generar espacios de convivencia saludables e incorporar nuevos hábitos, pretende generar espacios de auto- reflexión para reconocer cómo está viviendo la patología y reconociendo sus ganancias en otras esferas, busca un manejo adecuado de las emociones, adherencia terapéutica, de general ser responsable de tu propio proceso de sanación.
Recuerda que en Maayán Hajaim contamos con una línea de atención telefónica, de ayuda psicológica, para cualquier momento de desesperación, soledad, tristeza, angustia, etc… Aquí los podemos orientar, para sentirse mejor y llevar a cabo una vida más saludable.
Tel. 52 92 51 31
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