El doctor Sheldon Cooper y sus jóvenes amigos científicos están muy emocionados. Se encuentran en San Francisco, California, en donde se lleva a cabo un simposio extraordinario. La figura central es el doctor George Smoot, premio Nobel de Física.
¿Quién es George Smoot?, les pregunta su compañera Penny antes de que salgan de viaje para asistir a la conferencia. Sheldon dispara su respuesta sin tomar en cuenta que Penny no es científica:
George Smoot es una de las grandes mentes de nuestros tiempos. Su trabajo en formas de cuerpos negros y la anisotropía de la radiación de ambiente de las microondas cósmicas cimentaron nuestro entendimiento del origen del Universo.
Sheldon se refiere a los estudios de Smoot que nos dan un atisbo de lo que sucedió en el Universo instantes después del Big Bang, hace más de 13,500 millones de años.
Al llegar al recinto de la conferencia, el doctor Cooper se encuentra en la antesala con el doctor Smoot. Lo aborda en seguida:
¿Cuándo ganaste el premio Nobel? Eso ya pasó hace más de tres años. Entonces te deben decir mucho: “¿Qué ha hecho Smoot últimamente?” Mi idea es que continuemos mi investigación tú y yo como equipo, sabes, Cooper-Smoot, por orden alfabético. Y cuando ganemos el premio Nobel, volverás a la cima.
El doctor Smoot mira fijamente a Sheldon y le dice:
Con todo respeto, Dr. Cooper, ¿está usted metido en drogas?
Incómodo, Sheldon responde creyendo leer la causa del problema:
¡Bien! Lo firmamos Smoot-Cooper.
El doctor Smoot lo ignora. Sheldon reacciona airado:
¡Ay, qué diva!
El cosmos del humor
El doctor George Smoot se ríe cuando le muestro en una entrevista reciente el fragmento de su participación en la serie de televisión The Big Bang Theory. Estamos hablando de dos protagonistas de la Teoría del Big Bang: Smoot, premio Nobel de Física, y Jim Parsons, el comediante que interpreta a Sheldon Cooper. Le comento a Smoot que es interesante ver a científicos con el pensamiento abierto para explorar el Universo, que también están abiertos al humor para transmitir sus hallazgos. Él me dice:
Ese programa es muy bueno. Es de los pocos que tienen a científicos como estrellas. Tienen a una mujer que lleva una vida ordinaria y a estas personas que trabajan en Caltech. Contrastan ambos tipos de culturas. Yo también le jugué una broma a Sheldon. En la línea final en vez de preguntarle si estaba drogado le dije: “Dr. Cooper, estoy buscando a un hombre brillante y desadaptado para ayudarme a entender esto. Usted es el indicado.” Sheldon se quedó asombrado. No es lo que esperaba. Pensé que eso era más realista.
Me quedo pensando que eso habla del espíritu generoso del doctor Smoot. Continúa su comentario:
Pude aguantar la risa un rato pero no hasta el final. Me encanta ese programa porque no sólo está bien escrito y es divertido, también conocí a Jim Parsons, que interpreta a Sheldon Cooper. Es muy buen actor. Hace todo bien a la primera toma. Terminamos haciendo la tomas dos o tres veces, pero en cada una estaba bien. Es lo increíble. Lo hicieron sólo para asegurarse. A Parsons lo he encontrado en otras circunstancias. Hicimos una colecta de fondos para becas a estudiantes brillantes de ciencias y él vino a acompañarme. El equipo de este programa es muy profesional. Es un gusto tratar con ellos.
En la larga conversación con el doctor George Smoot, hablamos de los más sofisticados mapas del Universo que la ciencia elabora hoy día; de cómo el cielo se vuelve un observatorio del pasado (la luz que vemos del Sol tarda ocho minutos en llegar a la Tierra). Nos hemos asomado a un túnel del tiempo en el que podemos ver el rostro más antiguo del Universo instantes después del Big Bang, y sin embargo el doctor Smoot no pierde la capacidad de asombro ante lo cotidiano. Está orgulloso de un regalo que le hicieron en el programa que grabó con Parsons, exclama: “¡Tengo en casa la silla de director de The Big Bang Theory!”.
La canción de la ciencia
Le comento a Smoot que cuando los términos de la ciencia se expresan en canciones o en programas de comedia, eso significa que se trata de una cultura que comienza a permear cada vez más en la conciencia colectiva. Smoot me responde:
Una de mis canciones favoritas es de Coldplay. Se llama ‘The Scientist’. Es el contraste entre intentar entender las ecuaciones y las necesidades emocionales. La primera vez que la oí pensé que decía: “Quiero volver a las estrellas”. La relacioné así, pero realmente dice: “Quiero volver al principio de la relación para arreglar las cosas”. Tienes que escucharla. Estoy seguro que que te va a gustar mucho.
Reímos con el tono cálido de la conversación. Le comento:
También hay algo nuevo que se está haciendo con música, algo que tiene que ver con el pasado, pero en este caso sin observar el cielo, se trata de Grateful Dead (un grupo de rock que saltó al escenario público en los años 60 y 70).
Sí. Desde hace tiempo los conozco. Mickey Hart, uno de los bateristas de Grateful Dead, trabaja mucho en la preservación de sonidos. Nos reunimos y les hablé de las investigaciones que hacía, sobre la existencia de sonidos del universo primigenio y de sonidos de estrellas, planetas y pulsares. Se entusiasmó mucho. Hicimos un video juntos en el que tomamos diversos sonidos del universo y hacemos música con ellos. (Para tener una idea de lo que se trata hay que ingresar a www.dead.net/universeof-sound ). Esta música está basada en los sonidos físicos que hacen los astros y los planetas. Cuando ves imágenes del sol en video, tienes la música que va con él. Mickey es un músico muy talentoso. Ha hecho las bandas sonoras de buenas películas. (En 1991 recibió el Grammy en una categoría que apenas comenzaba, Mejor Música Mundial, por el album ‘Planeta Tambor’). En este caso la música enriquece el video pero también el contenido científico. Nuestra propuesta plantea la posibilidad de una serie educativa.
George Smoot me dice que le gusta pensar que aunque el Universo tiene miles de millones de años de antigüedad, aún mantiene su capacidad rítmica. De acuerdo con Pitágoras (y también con Platón) los cuerpos celestes emiten sonidos armónicos, que constituyen la música de las esferas. Miles de años después, la ciencia confirma con el oído de Grateful Dead lo que planteaban los filósofos griegos.
Smoot dice: “Hay un número enorme de sonidos en el Universo. Se pueden definir como los ‘ritmos del Universo’. Los avances tecnológicos de hoy nos permiten ver el objeto celeste, escuchar el sonido que hace y así aprender ciencia”. La clave, como siempre, es la curiosidad, la cultura abierta del pensamiento.
¿Qué ha hecho smoot últimamente?
Esta inquietud que plantea Sheldon Cooper, el protagonista del programa televisivo The Big Bang Theory, nos lleva a apreciar uno de los proyectos más ambiciosos creados por la civilización para explorar el Universo. Le comento a Smoot que a pesar de saber la existencia de cientos de miles de millones de galaxias, sólo podemos sondear algunas cuantas, un millón de ellas en cálculos conservadores. Al premio Nobel de Física 2006 le fascina el tema:
Tenemos un proyecto nuevo que empezó hace unos meses. Un nuevo estudio llamado Sloan Digital Sky Survey III que cartografiará la ubicación de cinco millones de galaxias. Eso terminará en 2015. Mientras tanto trabajamos en el diseño de lo que llamamos la Gran Versión; tuvimos ya la Versión Jefe. Esta es la del Gran Jefe. En italiano es il capo di capi. El objetivo es medir la ubicación de aproximadamente 50 millones de galaxias y de un millón de quásares. Es un trabajo descomunal, no tanto como el que realizará el Gran Colisionador de Hadrones del CERN (Centro Europeo de Investigación Nuclear) en Ginebra, Suiza, pero está llegando a esa escala. Hay que construirlo cinco años antes de usarlo porque toma ese tiempo hacer que todo funcione. Si lo haces bien, averiguarás mucho sobre las propiedades promedio del Universo.
Estamos hablando de una de las maravillas del mundo contemporáneo para explorar el majestuoso Cosmos.
Artículos Relacionados: