La importancia en la realización de un boceto de una calavera, que posteriormente nos llevará a la solución final, en un original de un símbolo, es haber estudiado las formas de la anatomía humana, el esqueleto, el cráneo en sus movimientos, formas, y dimensiones. Posada elaboró una optima solución de la ilustración sello de la muerte y de las usanzas de México como es la maravillosa Catrina, anteprima estudiando en croquis la figura humana (de esqueletos, calaveras y cráneos) en forma casi de verismos, para rescatar las lineas fundamentales que representaría en el grabado. La Catrina pasa a ser un elemento gráfico, especial y único al portar un mensaje a tantas culturas e introducirse a pasos ágiles en las tradiciones de numerosos países fuera de México como Norteamérica, Sudamérica y Europa. La linea de contornos de la calavera, que ofrece un sonriso casi místico como la Gioconda. Una sonrisa enigmática que no se sabe si es un decir, un hablar o un susurro al observador o es un abrir a ese diálogo, sobre la muerte.
Las honduras en los ojos del cráneo es entrar en un misterio, es tumbarse en el vacío, en la ausencia del color (negro), es la oscuridad que lleva a hundirse de desear conocer el pasado, porqué él nos señala eso, que existe una historia, que ocurre un acercamiento con una esencia especial, básica que sostiene al ser humano. Son los dioses aztecas, mayas que buscan y se reencuentran con un hombre que anhelaba darle el rango a su cultura de origen, como es José Guadalupe Posada. Él no deseó, ni fue presuntuoso de nombrarse artista, disfrutó de su trabajo, que era parte de su existencia, ya de niño era encantado de ejecutar las decoraciones en las cerámicas. La utilización del negro y el blanco, este último en el formato útil. El fondo blanco es lo que es, esta es la realidad, en cambio el elige utilizar una oscuridad con una linea sincera que es negra.
Yo Nezahualcóyoltl lo pregunto:
¿Acaso deveras se vive con raíz en la tierra?
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
(Poema del mundo Azteca)
La muerte, palabra que involucra la lejanía eterna de nuestros seres queridos, es así que el concepto es tratado como un ligamiento particular: con mucha comprensión es valorada, no como una barrera de la existencia, sino una prolongación de esta realidad, que no será un grito, sino la sabiduría de la muerte misma vital.
“El arte no está hecho para servir, sino que sirve porque es arte”, Gramsci.
La Catrina, es quizás la interesante tradición que dejó como legado José Guadalupe Posada, a su país, a su pueblo. Este cráneo en su simplificación máxima de sus formas, que transmite un lenguaje con una concepción cósmica, peculiaridad de esta nación con sus dimensiones y su relación con la vida – muerte. Esta dualidad, es mencionada como el dios Tezcatlipoca, o Dios de la muerte y la vida, derrochador de riquezas. Es México la nación que acoge la muerte no como tragedia, sino la enaltece como un nexo con la vida .
Para los Aztecas, Mayas, Toltecas, el deceso era honorado, en España, una circunstancia reflexiva, en México estos dos conceptos se solidificaron en la Catrina, obra importantisima del grabador Posada. Es la ausencia… que sonríe… El humor negro del autor, con una connotación critica, satírica, también una elogia y festividad, consagrada a la fiesta de los muertecitos, o Miccaihueltontli. Una lejanía, que acompaña al individuo, siendo su sombra, camarada de la existencia y posteriormente a ella, una dimensión etérea, flotante, una interesante fantasía popular.
La Catrina en su dimensión material, con su lujoso sombrero de plumas como la serpiente Quetzalcóatl es lo que mezcla lo sagrado, lo reflexivo y lo fantástico encantadoramente plumas, que evocan las representaciones de ellas en Teotihuacán, en el Palacio de las Mariposas y en el Templo de Quetzalcóatl. Que se relaciona también con el significado del agua, siendo un pueblo de agricultores además de sus simbólicas flores que para los aztecas era la vida breve, es arraigada en las raíces, como en la arquitectura en el Templo del cráneo.
El cráneo simboliza a todos, en forma perfecta, haciendo relucir el exterior, la gloriosa apariencia del ser humano. No cabe más que el humor, así la señora de la muerte la acompañante eterna, invisible, es el espíritu de diversiones, gracias y de dolor. Pero de un dolor transitorio, ya que ella reclama la calma, después de la tempestad… doncella del amor y de la intimidad del ser humano, ¿Caterina?… no la Catrina es bautizada por Diego Rivera al embrujarse de la litografía que nace como idea de un tributo a los garbanceros, gente humilde, que deseaba una conmemoración a sus difuntos. La familiaridad con la muerte, con las calaveras de azúcar y dulces, ante esta muerte absurda que no es para doblegarse al destino es para superar este y reír, porque se necesita la fortaleza de vencer con humor de ese negro estado, así se vuelve al color, a la vida. Regenerando un ciclo entre oscuridad y luz, entre llorar y reír, entre muerte y vida.
Un elemento gráfico que fue tan fuerte en su lenguaje, que es una comunicación pura sin palabras es un símbolo expresivo, claro sin mascaras porque es la calavera que expone la negación de la apariencia… porque la muerte es desnuda, y su sombrero hace resaltar el lujo, pero a la vez las verdaderas raíces indígenas del Quetzalcóatl. Catrina es recreada en valores plásticos que se mezclen entre la armonía y los espacios de tiempo, y recuerdos. El narcisismo de la muerte. Es el romántico fantasma del espíritu del pueblo mexicano.
La simplificación de sus formas en lineas limpias, fuertes que precisan los detalles absolutamente primordiales para que se llegue a comprender la forma sin rebuscadas lineas innecesarias, que harían el diseño un dibujo y no un símbolo, puro con estilo. México reconoce su tradición a la Catrina y ella se va difundiendo por el mundo como un mensaje de amor, con sus negras honduras, que moldean los pómulos con rasgos indígenas y donde su dentadura dejará los espacios precisos así crea un vacío entre esta enigmática sonrisa de jubilo y de melancolía.
Cada individuo es seguido por Catrina, que se acerca y se aleja, es la muerte, que juega y se divierte en nuestra compañía pero que quizás nos portara a una existencia sin barreras entre vida y muerte, a la placentera calma.
Yo me embrujé de esta hermosa doncella de la muerte Catrina, como símbolo gráfico y de identidad… ¿y vosotros también?…
Photo by -Chupacabras- 
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