Por lo general se identifica el embarazo como una de las etapas más felices de la vida de toda mujer, pero no siempre es así. Hay ocasiones en los que la mujer puede llegar a sufrir de ansiedad o de depresión durante su embarazo, factores que pueden ser perjudiciales tanto para ella, como para el bebé.
La depresión es un trastorno que en muchas ocasiones es difícil de identificar y que se puede confundir con los cambios de humor ocasionados por el cambio hormonal que se experimenta durante los nueve meses de gestación. Para evitar que la mujer atraviese por una depresión aguda es importante detectarla a tiempo
Factores que pueden provocar depresión durante el embarazo
Aunque se desconocen los mecanismos que provocan la depresión, existen una serie de circunstancias que afectan a la salud emocional de la mujer y pueden facilitar la aparición de pensamientos y sensaciones negativas que abonen el terreno para la aparición de un posible cuadro depresivo. Algunos de estos factores son:
- Tener dificultades en el embarazo: Tener un embarazo de alto riesgo o atravesar dificultades que te obliguen a guardar reposo pueden ocasionarte grandes preocupaciones. Lidiar con la posibilidad de que algo no vaya bien es muy duro para cualquier madre y aumenta el riesgo de sufrir de ansiedad y depresión durante el embarazo.
- Estar expuesta a mucho estrés: Atravesar por dificultades económicas o tener un trabajo que te ocasione mucho estrés puede provocarte malestar emocional. El embarazo es una etapa en la que la mujer se plantea muchos cambios a nivel personal y laboral, que pueden someterla a mucha presión en un momento delicado de su vida.
- Haberte sometido a tratamientos de fertilidad: Pasar por un tratamiento de fertilidad es de por sí una experiencia muy dura, pues implica la imposibilidad de concebir de forma natural por mucho tiempo, situación que es muy difícil de sobrellevar para quienes desean tener un hijo. Además, los tratamientos, las esperas y el miedo a que el embarazo no sea exitoso pueden hacerte sentir nerviosa y negativa.
- Haber sufrido un aborto: Una de las peores experiencias para una mujer que anhela la maternidad es sufrir un aborto espontáneo. Estas experiencias tienen consecuencias emocionales para la mujer a largo plazo y hacen que, cuando consigue quedar nuevamente embarazada, sienta miedo de volver a pasar por una situación similar.
- Atravesar una situación personal difícil: Tener dificultades con la pareja o con la familia, la falta de apoyo o encontrarse sola ante el embarazo son situaciones que afectan de forma muy negativa las emociones y que pueden contribuir a la aparición de un cuadro de depresión.
- Haber pasado ya por una depresión: Si tú o algún miembro de tu familia ha pasado por una depresión debes estar atenta durante el embarazo. Los cambios hormonales junto con el estrés propio del embarazo pueden afectarte negativamente y hacerte más propensa a caer en una depresión.
Señales de alerta
Teniendo en cuenta que entre el 14% y el 23% de las mujeres sufren depresión durante el embarazo, es muy importante estar atentos a las señales de alerta que puedan ayudar a detectarla a tiempo, pues de no hacerse puede tener consecuencias para la madre y para el bebé o producir un parto prematuro.
Los síntomas que pueden indicar una depresión durante el embarazo son:
- Decaimiento y cansancio general.
- Falta de apetito o necesidad de comer todo el tiempo sin prestar atención a la dieta.
- Insomnio o dificultad para conciliar el sueño.
- Sensación constante de tristeza.
- Negatividad y pesimismo ante las situaciones cotidianas.
- Falta de interés por ver a otras personas y por salir de casa.
- Sentirse irritable y tener ganas de llorar constantemente.
- Experimentar un cansancio constante que te impida realizar tus actividades cotidianas.
Si detectas dos o más de estos síntomas y ves que se prolongan por varias semanas debes buscar ayuda y acudir a un especialista que pueda determinar si sufres de depresión y que te indique cómo tratarla. Lo más importante es que cuentes con el apoyo de tus seres queridos y que busques realizar actividades que te ayuden a mantenerte relajada y tranquila durante tu embarazo. Con la ayuda adecuada la depresión puede superarse sin problema.
Por María José Madarnás, editora de Maternidad Fácil.
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