En México, el pasado año (por cada 100 mil habitantes) más de 8,123 personas se quitaron la vida. En este contexto, es necesario saber qué papel juegan los medios de comunicación en la percepción que tenemos del entorno y cómo pueden llegar a jugar un papel protector.
Es necesario actuar ya, aquí, ahora: todos estamos implicados en esto. Como familiares, amigos, profesionales o desde la religión y política, es necesario poner en marcha planes de prevención contra el suicidio que reduzcan las tasas actuales. Ahora más que nunca.
La prevención en el suicidio es fundamental y necesaria, por lo que en esta ocasión nos enfocaremos en el rol de los medios de comunicación.
Habrás escuchado frases del tipo: “están aumentando los suicidios porque se habla mucho de ello” o “cuando aparecen noticias de suicidios, se produce el efecto llamada”. La realidad es que siempre ha existido un intenso debate sobre el papel que juega la información y la censura, ¿son los medios de comunicación agentes que potencian o que protegen frente al suicidio? Pueden ser ambos sin duda, pero en esta ocasión nos enfocaremos a los medios de comunicación saludables.
Los medios de comunicación, y el contenido que compartan, pueden ser poderosísimas fuentes promotoras de la salud. A este respecto, existen diversas técnicas que pueden ser facilitadas por los medios de comunicación, entre las que podemos mencionar las siguientes:
Narración de los datos con veracidad, por parte de un profesional experto en la historia de alguna persona que haya sido capaz de superar sus pensamientos e ideas suicidas con éxito.
Implementar lo anterior en diversos formatos de comunicación: en vídeo, en artículos, en lecturas o en portales web cuya información haya sido supervisada, refrendada y apoyada por profesionales del ámbito de la salud mental expertos en la materia, se consideran bien establecidas, eficaces y con seguridad esto es así para toda la población general.
Prevenir el suicidio es tarea de todos. El hecho de la comunicación es un factor vital, ya que puede producir un efecto perjudicial e inducir al suicidio en personas que se encuentran en mitad del torbellino emocional, que implica preguntarse si continuar viviendo. Pero afortunadamente, también existe el efecto contrario, si hablamos del suicidio con rigurosidad, y ponemos ejemplos de personas que han superado momentos realmente complicados, estaremos protegiendo a muchas personas de morir. Ahora, más que nunca, la palabra salva vidas.
Si requieres apoyo, comunícate a Maayán Hajaim al 5552925131.
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