Después de contar con una vida cómoda, tranquila, estable y abundante, es difícil vivir con la angustia que crea la inestabilidad, la falta de trabajo y sobretodo la pérdida de lo que uno creyó que nunca faltaría.
Se escuchan dichos populares como: “el dinero va y viene”, “la vida es una rueda a veces uno está arriba y otras uno baja”, “nada es eterno”, etc… y aunque todo esto es bien sabido, cuando llega a pasar en carne propia, estas frases populares cobran otro sentido. Estos refranes se escuchan con un tono muy directo que se clavan en el corazon y se convierten en palabras sin sentido.
Vivir sintiendo la pérdida y la falta de entusiasmo, lastima hasta lo más profundo del ser. Lo que llega a crear desconfianza personal y fatiga emocional. Para salir de este escenario obscuro y triste, se necesita mucho apoyo, cariño y además es necesario realizar un logro más allá de lo ordinario.
Es muy difícil ver la luz de la salida, sobre todo cuando uno siente que no hay no hay nadie que le escucha. Lo peor es, cuando la persona que sufre el desánimo siente que ya ha tratado prácticamente todas las formas de encontrar una solución y nada ha dado resultado. Así, su optimismo se comienza a diluir y la esperanza se le escapa del alma sin pensar.
Para algunos esa pérdida representa una catástrofe, para otros un miedo con angustia, algunos lo podrán ver como castigo y quizá otros como una oportunidad… sea cual fuere la percepción, la inestabilidad y el dolor que genera el perder lo que se tenía es un tema importante que se debe de manejar con cuidado para poderlo superar.
Adrian es un hombre simpático, guapo, talentoso, amable, con muchos conocimientos y hasta ahora la vida lo había tratado muy bien, las cosas siempre se dieron más o menos fácilmente, con esfuerzo y disciplina pero de forma ascendente y con grandes éxitos en todos los medios.
Este hombre, sin querer cayo en la falsa cuenta que todo era bueno y que no había razón para preocuparse más allá. Después de todo, tenía trabajo, salud y una buena vida… sin querer, las cosas cambiaron y las estrellas dejaron de brillar, sus ciclos buenos se terminaron y la posición estable maravillosa que tenía, ya no está. La casa, los autos, los ahorros todo se terminó y no ha podido conseguir un nuevo trabajo por el momento.
A pesar de que lo óptimo sería creer en sí mismo, cuidarse físicamente y hacer ejercicio, lo único que este hombre puede hacer es tratar de buscar lo que ya no tiene, entender lo incomprensible terminando con un severo agotamiento mental. Es triste verle la mirada triste y el alma rota…
La receta
No te riendas
Ingredientes
- 1 taza de fortaleza – aceptar la perdida sin culpas o reproches
- 1 taza de responsabilidad- reconocer los errores y encontrar soluciones
- 2 manojo de determinación y tenacidad- buscar 1000 formas de salir adelante
- 3 cucharadas de confianza- valorar los logros pasados y tener fe en el futuro
- 1 puño de actitud positiva- acciones continuas y necesarias para levantar el animo
Recomendación del chef
Siempre hay una segunda, tercera y cuarta oportunidad, el chiste es reconocerlas y aprovecharlas. No te angusties por lo que perdiste, transforma la perdida en una oportunidad para crecer y fortalecer tu carácter.
MODO DE PREPARACIÓN
La vida es tan generosa y abundante como se le quiera percibir. Siempre habrán nuevas oportunidades para aquellos que las saben reconocer. Quizá hay que ser un poco más creativo y flexible pero estas siempre se encuentran. Hay que recordar que siempre habrá luz al final del túnel, solo hay que tener aguante y buena disposición.
Para superar el mal momento se requiere más que el querer salir adelante. Hay que cambiar la manera de actuar, de pensar y dejar de pelear con el dolor que ocasiona la pérdida, las angustias y los miedos personales.
Cada quien tiene sus propias pruebas que debe superar. Los obstáculos y los inconvenientes realmente son oportunidades de crecimiento disfrazadas con dolor y preocupación. Conquistar las limitaciones propias, es la victoria más grandiosa que se pueda obtener.
“No sufras por lo que perdiste, agradece la lección y encuentra una nueva misión en tu vida”.
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