Admitámoslo, nada es tan decisivo ahora mismo como adaptarnos a los cambios que estamos viviendo, a la incertidumbre, a la variabilidad… Estamos casi obligados a afrontar estas realidades, mientras la falta de certezas hace que veamos dichas dimensiones con inquietud. El hecho de que lo sintamos así no es casual. Al cerebro no le agradan los cambios, porque toda variación en el entorno se percibe como una amenaza.
Sin embargo, hay un hecho indiscutible: la vida es un cambio. Como dijo Heráclito una vez, nadie toca el mismo río dos veces, porque no es el mismo río y no es la misma persona. Saber adaptarnos a ese flujo constante es clave para la salud y bienestar. Esto explica por qué en los últimos años el campo de la psicología se ha centrado con especial interés en esta área: la de la adaptación humana.
Profundicemos.
¿Qué es la capacidad de adaptación? Claves para entenderlo
«Solo sobreviven los que se adaptan mejor al cambio» dijo Charles Darwin. De algún modo, hemos interiorizado durante mucho tiempo esta clásica idea. Aunque en realidad, hoy, el problema de sobrevivir o no apenas tiene trascendencia. Son muchas las personas que «siguen vivas» a pesar de ser inflexibles, son muchos los que siguen respirando a pesar de adoptar una perspectiva psicológica rígida e inflexible.
En la actualidad, nadie muere por no adaptarse a las demandas que le envuelven, pero sí sufrimos y tenemos un mayor riesgo de padecer trastornos depresivos y de ansiedad. Porque la inadaptación trae sufrimiento, porque quién se niega a cambiar se frustra y se enfada porque la realidad no responde a sus deseos. Adaptarse es el único mecanismo que nos permite progresar en todos los sentidos.
La Asociación Americana de Psicología (APA) define el concepto de adaptación de manera muy sencilla: es la capacidad de dar respuestas apropiadas a situaciones cambiantes. Esto requiere, por encima de todo, ser capaces de variar nuestros comportamientos, pensamientos y emociones.
Es importante ante todo considerar un aspecto. Si le preguntamos a alguien qué es la adaptabilidad, puede respondernos que es la habilidad de variar nuestro comportamiento para sobrevivir. Esta definición no está completa. Sabemos que adaptarse requiere hacer un cambio, pero esa variación no parte solo del comportamiento, requiere crear nuevos enfoques de pensamiento y reactivar ciertas emociones.
Porque sin un estado de ánimo adecuado no surgirán nuevas ideas y sin pensamientos innovadores, seguros y valientes, no aparecerán las conductas adecuadas.
A menudo, podemos decirnos aquello de que nada puede ser mejor que el borrón y cuenta nueva. Hay quien asume, incluso, que el adaptarse o morir pasa obligatoriamente por dejar a un lado todo lo que somos, para dar forma a una nueva versión. Ahora bien, es necesario desactivar muchas de esas ideas populares que, a la larga, tienen poco de lógico y de psicológico.
No hay que partir de cero, hay que partir desde la propia experiencia. No podemos quitarnos una piel para meternos en otra, iría en contra de nuestras esencias, aprendizajes, valores e identidades. Si nos preguntamos qué es la adaptación, una de las respuestas es detectar esas habilidades que sí nos han funcionado hasta ahora en la vida, dejar a un lado las que no sirven y aprender otras nuevas.
Algo así exige un adecuado ejercicio de introspección. Puede que una de tus virtudes sea la confianza en ti mismo. Esto debes conservarlo. Sin embargo, puede que te falte la trascendencia, pensar de manera más creativa, saber intuir oportunidades en medio de la tormenta, (resolución de problemas). Todo ello son enfoques nuevos que vale la pena desarrollar, pero manteniendo eso sí, las esencias.
Si te cuesta adaptarte y requieres apoyo comunícate a Maayán Hajaim al 5552925131 nosotros podemos apoyarte.
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