La confianza es el ingrediente básico para tener una relación de pareja que pueda superar los problemas de la vida diaria.
Hay una creencia de que “El Amor, El Respeto, y La Tolerancia” son ingredientes necesarios para que las relaciones puedan crecer y sobrepasar los momentos difíciles. Aclarando que todos estos ingredientes básicos son importantes pero… no se pueden desarrollar sin tener “la confianza” como base para contenerlos.
La confianza es un elemento extremadamente delicado; es frágil cuando se le descuida o no se le da la prioridad que requiere, pero al mismo tiempo, es sólido cuando se le protege y se nutre otorgando el cuidado que demanda.
Nutrir a la confianza no quiere decir que uno tiene que estar constantemente ofreciendo aclaraciones. Ni tiene que exponerse procediendo a defender su forma de ser ante un juez. Tener confianza es poder vivir con la tranquilidad que la persona con la que vive o se trata es sincera, habla con la verdad y actúa con integridad en todos los aspectos de su vida.
La confianza siempre se inicia con uno mismo, a medida que la persona reconoce que hace lo correcto puede proyectar y esperar lo mismo de los demás. No se puede pedir lo que no se tiene porque no es algo que se sabe dar.
Uno de los atributos más admirables de la confianza es que cuando uno se siente tranquilo y confiado, puede abrir la ventana de su corazón y su mente para permitir que la persona que sea digna de su confianza entre y pueda compartir los sentimientos y pensamientos íntimos, mismos que no se comparten con otros, así, se crea un lazo de unión fuerte y seguro.
La confianza permite que las personas se puedan aceptar incondicionalmente, sin tener la necesidad de exigir que cambien su personalidad para satisfacer o beneficiar los intereses ajenos; porque la confianza acepta y valora a el otro con sus particularidades.
La confianza no es una cuestión de personalidad, cada persona es libre para ser como es. La confianza se refiere a las acciones individuales y a la elección moral con responsabilidad con la que cada uno actúa.
La confianza no es una cualidad al azar que crece entre dos personas. La confianza se gana. Esta condición es un lazo de compromiso mutuo que existe entre dos personas, que se nutre con pequeñas acciones diarias, las cuales promueven la seguridad y la confianza de saber que uno está con la persona que puede sostener y va a levantarnos cuando la adversidad toca a la puerta.
Tener confianza libera la angustia y las expectativas falsas porque ofrece la seguridad de que uno y las personas involucradas actúan con certidumbre, con buena fe, cuidando el bienestar personal, de la pareja y de la comunidad.
La confianza hace a la persona un ser transparente, sólido y sincero.
La receta
Cultivando la confianza
Ingredientes:
- Integridad – congruencia entre valores personales y acciones
- Honor – dignidad para comportarse ante todas las situaciones y con todas las personas
- Compromiso – responsabilidad y obligación de actuar correcta y debidamente
- Conciencia – reconocimiento que las acciones personales impactan a los demás
- Valor y Valentía – fortaleza interna para luchar encontrar de todas las tentaciones
Afirmación positiva para cultivar la confianza.
La confianza es un valor importante en mi vida. Actuó, pienso y trato a las personas que me rodean con integridad, verdad y honestidad. Entiendo que mis acciones impactan y tienen consecuencias hacia los demás. Respeto y valoro a las personas que me rodean. Hablo con sinceridad, aunque en ocaciones me cueste trabajo. No comprometo mis valores con mi forma de actuar o ver la vida. Hago lo posible para no romper la confianza que me he ganado.
Cultivando la cofinancia diariamente:
- La confianza es un ingrediente vital para que una pareja pueda crecer. Tener confianza aumenta la posibilidad del entendimiento mutuo y da una mayor disponibilidad para reconocer el esfuerzo que cada uno pone en la relación.
- La confianza moldea el tipo de relación que se puede crear. La confianza da seguridad emocional y permite que los lazos íntimos se fortalezcan, así como la falta de confianza destruye y deteriora cualquier relación por mejor que hubiera sido.
- La confianza es muy frágil y delicada. Quizá un simple momento de descuido, una mentira piadosa un tema que no se habla y se aclara no van a destruir la relación, aunque pueda debilitar la confianza, un acúmulo de estos momentos se deteriora rompiendo hasta con el lazo más fuerte que hubiera existido.
Vivir sin confianza deteriora el bienestar personal, contamina todas las relaciones cercanas y distorsiona la visión del mundo.
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