Nacido en Ciudad de México, el talentoso Chef Gerardo Vázques Lugo creció en un ambiente que propició su interés por la gastronomía mexicana: por una parte, su madre rescató la tradición de cocinar todos los días en casa, con ingredientes locales y recetas de temporada. Por otro lado, fue testigo del auge del negocio que iniciaron sus padres en 1957, Nicos, que pasó de ser una fuente de sodas en un barrio tradicional de Ciudad de México rodeado de una zona industrial, a convertirse en un restaurante de cocina tradicional mexicana.
Sin embargo, su ingreso al mundo culinario fue tardío. Primero estudió Arquitectura, pero abandonó esta carrera para dedicarse completamente a la gastronomía. Para ello, se formó en el Instituto de Cultura Culinaria bajo la tutela de la chef Alicia Gironella y el doctor Giorgio D’Angeli. Además, se integró de lleno a Nicos en 1996, donde impulsó la innovación, promoción y protección de los valores tradicionales de la cocina nacional.
En más de 25 años de trayectoria, Gerardo se ha distinguido por el apoyo a los productores locales y el uso de ingredientes frescos de temporada para tener platos más limpios y socialmente responsables, siempre bajo la utilización de técnicas y utensilios tradicionales. Ejemplo de esto han sido diversos proyectos que emprendió de forma paralela a su labor en Nicos: La Nicolasa, una tienda de productos que funcionaba como cooperativa de productores, artesanos y campesinos; y el restaurante Fonda Mayora, en el que rendía tributo a las mayoras, mujeres que dedican su vida a la gastronomía mexicana y que poseen grandes secretos culinarios. Ambos ya han cerrado.
En su faceta como investigador cofundó en 2016 Maizajo, un espacio aún en operaciones dedicado a la investigación, producción y comercialización de productos de maíz criollo en Ciudad de México. En paralelo, diversas publicaciones internacionales han hecho referencia al chef Gerardo Vázquez Lugo, una de ellas Wine Enthusiast Magazine, por su cocina y la pasión por difundir la gastronomía mexicana, la cocina tradicional y los productos endémicos mexicanos.
En la actualidad, Gerardo es Chef Ejecutivo de Nicos, que ya se ha convertido bajo su liderazgo y el de su mamá, Elena Lugo Zermeño, en uno de los más prestigiosos restaurantes en la capital. Un restaurante de barrio, comida mexicana tradicional, sin pretensiones más con la gran intención de preservar la comida familiar mexicana, Nicos lleva más de cinco décadas ininterrumpidas de ofrecer tradición, calidad y buenos momentos. Apoyando a pequeños productores de México, aquí utilizan ingredientes locales y frescos, trayendo lo mejor de nuestra tierra a la mesa.
En Nicos tuve el placer de disfrutar de Chiles en Nogada, un manjar perfectamente logrado repleto de historia. También me deleité en platillos exquisitos como el sope de tuétano con salsa verde cruda, el caldo de camarón cantinero con papas y zanahoria, y las clásicas encacahuatadas rellenas de hongos. Entre sus platos estrellas nos encontramos con joyas como el pollo en mole almendrado de la casa y el típico chamorro con cilantro y chile verde.
En Nicos, a través de los años, han creado un restaurante que se celebra sin cesar en todo el mundo por hacer una cosa simple mejor que nadie: la cocina mexicana como se sirve en casa.
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