No hay nada que represente más a la cultura de un país que su cocina, sus ingredientes y su gastronomía; y en el caso de México no es la excepción.
Los tacos, los tamales, las tortas y toda la vitamina T conocida en nuestra gastronomía además de ser parte de nuestro atractivo turístico nacional, es el culpable de que muchos tengan sobrepeso, problemas de colesterol, azúcar, triglicéridos y otros padecimientos.
La comida mexicana es deliciosa, pero debemos saber combinarla y cuidar la cantidad y variedad para evitar que haga estragos en nuestra salud, y uno de los principales puntos es la porción que ingerimos.
El exceso de carbohidratos pueden ponernos en riesgo; una orden de tacos tiene normalmente 5 tortillas cuando lo recomendado por los nutriólogos y especialistas es de 2 por comida.
Los sabores mexicanos no tienen que sacrificarse, dentro de los más característicos toques que puedes añadirle a tu comida y que son muy mexicanos está el chile, limón, y hierbas frescas como cilantro, epazote y perejil que puedes incorporar a salsas, caldos, y otras preparaciones.
Al usar este tipo de condimentos puedes dejar de lado el uso excesivo de aceite o caldo de pollo granulado, que normalmente trae grandes cantidades de sodio y de grasa.
Otro ingrediente que es muy mexicano y que hay que perderle el miedo es el frijol, una leguminosa cargada de proteína vegetal que sólo aporta 200 calorías por taza, y que puedes consumir como tu carbohidrato acompañado de una buena porción de aguacate y ensalada de nopal o queso.
Los antojitos mexicanos como sopes, flautas, gorditas y enchiladas pueden ser disfrutados en algunas ocasiones, pero en porciones pequeñas, y si los preparas en casa intenta reemplazar la fritura por el horno, el resultado es muy similar y la cantidad de grasa significativamente menor.
Además, complementa tu plato con una buena porción de ensalada con limón, sal y pimienta, el resultado será una mayor sensación de saciedad.
De la misma forma, aprovecha las sopas y caldos de verduras sin grasa añadida para iniciar tu comida, te sentirás satisfecho y no te excederás en el plato fuerte.
Ahora que inicia el mes patrio en nuestro País, disfrutemos de los sabores mexicanos sin exagerar, optando por proteínas magras y muchas verduras para que podamos darnos un gusto de comer nuestra rica comida nacional sin remordimientos.
Hoy te comparto mi versión de pozole, rico y bajo en grasa, ideal para las fiestas patrias que se aproximan.
Para el consomé de pollo:
- 16 tazas de agua
- 3 piernas con muslo de pollo sin piel
- ½ cebolla mediana
- 1 varita de apio
- 1 diente de ajo
- 1 zanahoria
- 4 cucharadas de consomé en polvo
- 1 calabaza
Para el pozole:
- 16 tazas de caldo de pollo (preparado previamente)
- 2 tazas de maíz para pozole cocido
- 1 lata de jugo V8
- 1 cucharadita de orégano en condimento
- 3 cucharadas de pasta de chiles anchos (se prepara moliendo dos chiles anchos sin semilla y sin venas con muy poca agua caliente que se añade a la licuadora para conseguir una pasta)
- 1 cucharada de jugo Maggi
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- Lechuga, rábanos, cebolla, orégano, limones, chile en polvo piquín y tostadas como guarnición.
- 1 pollo cocido desmenuzado (el usado en la preparación del caldo)
Preparación:
- Para el consomé hervir el agua con el pollo, es importante quitarle constantemente la espuma que se forma en la superficie del caldo.
- Agregar la cebolla, el apio, el ajo, la zanahoria y el consomé en polvo, cocer por media hora a fuego medio con el recipiente tapado.
- Agregar la calabaza, tapar de nuevo el recipiente y dejar que hierva nuevamente, cuando la calabaza esté cocida, al igual que la zanahoria, retirar las verduras y el pollo.
- Licuar las verduras con un poco de caldo y regresar al caldo, desmenuzar el pollo y reservar.
- Para el pozole añadir al caldo los demás ingredientes y dejar hervir por unos minutos.
- Cortar la lechuga en tiritas, picar los rábanos y la cebolla; llevar a la mesa en platitos separados el orégano, los limones, el chile en polvo y las tostadas.
- Servir en el plato una porción del maíz cocido y del pollo desmenuzado, agregar el caldo y llevar a la mesa. La guarnición la pone el comensal a su gusto.
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