Valeria Sabater, psicóloga madrileña señala que “experimentar el diálogo negativo y obsesivo, produce una sensación de navegar atrapados en un agujero negro”. Aclara que el hacerlo es más que una necesidad de supervivencia y de salud.
Muchos profesionales de la salud puntualizan que se puede admitir hasta tres pensamientos negativos al día, puesto que no se trata de borrar la realidad, sino de que la persona se permita la resiliencia, la superación y la motivación.
Pensamientos tales como: “no valgo”, “no voy a poder”, “fracasaré” y otros…, son característicos de los seres humanos, dado que nuestra mente tiende a irse a la deriva en muchos más momentos de los que nos gustaría.
En la Universidad de California, en su laboratorio de neuroimagen, lograron medir el número de pensamientos que podemos tener en un día.
Ellos han concluido que podemos poseer hasta 70.000 pensamientos al día, de los cuales un gran porcentaje de ellos son negativos, limitadores y frustrantes, por lo que sugiere la Psicóloga Sabater, que se deben de aceptar y transformar dado que un estado emocional negativo genera a su vez, pensamientos negativos.
Pensamientos negativos, pueden llegar a modificar el discurso interno de la persona, dando lugar a sentimientos de malestar y frustración. Estos a su vez pueden llevar a la persona a crear patrones mentales en los cuales crece un dialogo negativo y obsesivo, facilitando la vía para la depresión o los trastornos de ansiedad.
Ante ello sugiere:
1.- Identificar el dialogo negativo y escribirlo.
2.- Aceptarlos tal y como son.
3.-Transformalos mediante un dialogo interno al preguntarnos: ¿Este pensamiento negativo está justificado?
4.- ¿Qué pruebas tengo de que eso que pienso es verdad?
5.- Sugiere que se reformule el pensamiento negativo: “tengo miedo, va a pasar algo…” a este: ¿Qué me hace pensar esto? O ¿Hay algo que va mal en mi vida?
Como estas y otras preguntas se deben de modificar y a la vez sugiere:
“Pensar de manera positiva, mediante prácticas tales como el arte, conocer nuevas personas, regalarse tiempo libre y abrasarse con emociones positivas”.
Emociones positivas para dar oxigenación a nuestra mente con nuevas perspectivas y posibilidades.
La psicóloga Sabater señala: “abrirle una ventana para que se oxigene nuestra mente, ante nuevas perspectivas y posibilidades, es la manera de tener control sobre nuestros pensamientos.”
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