Cada vez que se celebra con comida una experiencia de vida importante, se profundiza la conexión emocional, desde una cena por la celebración de un ascenso hasta un pastel de cumpleaños anual. Y en diciembre, se busca mostrar amor, ya sea cocinando para alguien, o compartiendo una comida con seres queridos, así las personas pueden conectarse y disfrutar de los alimentos.
Durante las fiestas de este mes, cada cultura tiene platillos que preparamos con nuestros seres queridos y que promueven un sentido de pertenencia y unión. Por lo tanto, busquemos cultivar una relación saludable con la comida.
Uno de los propósitos de la nutrición es desarrollar una relación saludable con la comida, la mente y el cuerpo. Por lo tanto, la nutrición tiene que cumplir con cinco puntos: Completa, equilibrada, variada, adecuada, suficiente e inocua. Pero ignoramos un punto muy importante “el placer y la satisfacción” que podemos encontrar en la experiencia de comer.
Aprender a escuchar tu hambre, respetar tu cuerpo, hacer las paces con la comida, reconocer tu saciedad , afrontar tus emociones con amabilidad, averiguar lo que realmente te gusta, explorar las cualidades sensoriales de los alimentos, comer en un ambiente relajado y agradable, son buenos principios para encontrar “el placer y la satisfacción” al comer.
El proceso de sanar y hacer las paces con la comida significa: Permitir que todos los alimentos entren en tus decisiones alimenticias, saber que tus elecciones de alimentos no reflejan tu carácter o moralidad y dejar de clasificar alimentos en buenos o malos. Es importante reconocer y hacer que la comida sea sólo una parte de nuestras vidas más no el centro de ellas.
Por mucho tiempo se ha establecido el papel de la nutrición en la prevención de enfermedades crónicas. Pero todavía hay muchos otros factores importantes que afectan la salud y la longevidad. Los determinantes sociales de la salud son condiciones económicas y sociales que influyen en la salud de las personas, incluidos estos factores: pobreza, racismo, lugar de residencia, acceso a atención médica y agua potable. Por lo tanto, no debemos darles cualidades mágicas a los alimentos ni satanizarlos.
Creemos que toda nuestra sociedad necesita un ajuste de actitud hacia la comida, hemos sido enseñados a tenerle miedo a los alimentos. Eliminemos la creencia de que comer un alimento en particular nos hará poco saludables. Un bocado o una comida entera no arruinarán tu estado físico.
Importa lo que comemos, pero importa más quiénes somos cuando comemos: Somos personas que compartimos, que gozamos conversando en la mesa familiar, intercambiando experiencias y expresando deseos. Comer no debería de ser una actividad solitaria orientada a a satisfacer el hambre, sino un acto social en el que se mezclan historias, sabores, sonidos y efectos (Dra. Tanny Levy).
Este diciembre, recuerda que puedes disfrutar sin sentirte culpable o abrumad@ por la comida. La culpa no debería de tener lugar en nuestra alimentación. Renuncia a todas las reglas alimentarias que te impiden vivir bien.
La comida no debería generar más que el placer que significa estar todos juntos, disfrutando de la convivencia, bendiciendo los alimentos y la oportunidad de celebrar (Dra.Tanny Levy).
FUNDACIÓN APTA
P.L.N Nathalia López Buerón
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