Cuando llegaron los rusos, Lituania se había convertido en territorio soviético. No olvidaré jamás a aquel primo que se casó en mi casa, quien, gracias a su domino de las lenguas lituana, rusa y polaca, consiguió muy buen trabajo en el gobierno ruso. Lo incorporaron al departamento de pasaportes, y así me consiguió el contacto para ingresar a una escuela militar en Rusia. El papel de aceptación estaba listo, pero no podía cruzar la frontera, tenía tan sólo 15 años, y a esa edad no expedían pasaportes. Con una fecha de nacimiento distinta, me aumentaron tres años y pude obtener el documento de la República Lituana Soviética. Logré salir del país en un momento crucial, exactamente al iniciar la guerra. Dos días después de mi salida, las tropas alemanas estaban en camino hacia Vilna.