Conducta en rehabilitación

La vida qué más quisiéramos que fuera perfecta, absolutamente todos. cometemos errores, sin embargo tenemos la grandiosa oportunidad de compensar la deuda moral o de alguna manera volver hacia los caminos correctos.

Tenemos que ser responsables y más esto se vió reflejado en la época del templo pues existía una jerarquía que implicaba que al entrar al lugar santo y solo lo podía hacer el Cohén Gadol por lo que esto implicaba una gran responsabilidad.

Cuando descuidamos la responsabilidad es cuando debemos de alguna forma repararla y ¿Cómo? Reconociendo el error y de alguna manera pagar el daño, pero en la época del templo era de otra manera por medio de las ofrendas y que también hay la opción del llamado día de la expiación, mejor conocido como el día de Yom Kipur y en el cual se expiaban los errores cometidos.


Al reconocer nuestros errores es un intento y avance a poder perfeccionar nuestros actos y entonces entra la Parashá Kedoshim en el cual el hombre puede llegar a otros niveles de comportamiento donde se le recuerda de respetar a los padres, de cuidar shabat y de no tener otros tipos de culto, sobre la de mezclar cosas y un ejemplo como la cruza de animales, o el entretejido de lana y lino (shaatnez), así como el comer los frutos de un árbol durante los primeros 3 años después de haber sido plantado, la de tener compasión hacia el pobre y el extranjero, y por hacer tratos con sus semejantes sobre bases totalmente honestas, tampoco robar, mentir y calumniar, y en el caso de ser un dueño de un negocio o fábrica, debe pagar a sus empleados a tiempo. El comerciante debe observar completa honestidad asegurándose de que sus balanzas y pesas sean absolutamente correctas. El juez no debe mostrar parcialidad en favor del pobre ni del influyente. Por otro lado, no se debe odiar a nadie, sino amar al prójimo como a uno mismo. Finalmente, se reitera la prohibición del adulterio y el incesto, de esta manera esto nos pone delante de numerosos preceptos.
Kedoshim es una de la Parasha más abundante en preceptos, nos enseña, sin lugar a dudas, formas de ser más humanos, de tener más consciencia sobre el prójimo para así respetarlo, nos muestra el camino para tomar y reconocer la importancia del otro, el amor al semejante. En pocas palabras, nos recuerda que no estamos solos sobre la tierra, que para ser consagrados/santos ante Hashem, debemos ser respetuosos del otro y de la vida y de esta manera que nuestra conducta esté en rehabilitación.

¡Shabat Shalom!