Israel pasaba momentos de gran apremio, su histórico escape de Egipto se veía fracasar. “Preferible era perecer en Egipto, y no morir en pleno desierto” – decían.
No obstante El Eterno guardó la mejor carta para el final, y con ella quedaría nuestra confianza en Él firme e inalterable.
“Y tú, levanta tu vara y extiende tu mano sobre el mar y quiébralo, y vendrán los hijos de Israel dentro del mar sobre tierra firme”(Shemot 14/16)
Explica el Kelí Yakar, ZT”L: “Dios le pide a Moshe levantar, o más bien, retirar su vara, extender la mano sobre el mar y partirlo. En ningún momento se le pide utilizar su vara, como en los otros milagros realizados en Egipto ¿Por qué?
Cuando Moshé ejecutó las plagas en Egipto, los hechiceros de Parö reconocieron que fue el “Dedo” de Dios el responsable por todas las plagas, ese “dedo” era representado por la vara de Moshe. Pero a orillas del Mar Rojo, y para cerrar con broche de oro, Dios quiso hacerles entender a los egipcios, y a Israel, que en esta ocasión la “mano” de Dios se a revelaría para hacer milagros y castigar a quienes eligen ir en contra de Él y de Su pueblo. Es por eso que Dios le exige a Moshé guardar el bastón, y representar la Fuerza Divina por medio de su propia mano, como lo menciona el texto: Y vio Israel “La Gran Mano”.
De esta manera, repararon que no por fuerza del bastón Moshé ejecutó las plagas en Egipto, sino por medio de “La Mano Fuerte Celestial” –y el resultado fue: “Y creyeron en El Eterno, y en su siervo Moshé”
Una de las razones que motivó la salida de Egipto, por medio plagas y castigos, fue la de impartir una lección de Fe a los egipcios, y a la humanidad entera. No solamente que rige sobre toda la naturaleza una Fuerza Divina, sino, además, una VoluntadDivina, la que decide de manera absoluta e independiente quién será castigado y quién será beneficiado. Ciertamente una “mano” revela más contundentemente esa voluntad y esa fuerza aplicadas en el mundo.
¿Cómo una simple representación humana tiene el poder de dejar en claro este concepto?
Es probable que los egipcios ya hayan estado condicionados a ese temido movimiento de la vara de Moshé, preludio de sus desgracias, y justamente ahí, cuando los ojos de los enemigos estén fijos en el “director” de todos sus males, cambie el clásico instrumento para dejar paso a su mano extendida. Entonces fácil será para ellos comprender este mensaje extra, el de saber que “La Supervisión Divina” es mucho más amplia, poderosa e implacable, que como fue vista hasta ese momento, pues ahora es la “Mano” de Dios que se manifiesta.
Esta es la enseñanza que trascendió, y sigue trascendiendo por toda la humanidad: que Israel goza de un cariño y supervisión especiales por parte del Todopoderoso. Siendo Él el Único con el poder de redimir a Su pueblo, sacarlo adelante en cualquier situación, y vencer a cualquiera que se levante en contra de él… sea quien sea.
Shabat Shalom