En esta Parashá sucede algo curioso. Después de tantos años de esclavización, en vez de que se alejen Bnei Israel lo más rápido que puedan del posible opresor egipcio, ¿qué les ordena Di-s? ¡Regresar!: “Habla a los hijos de Israel que regresen”(Éxodo 14:2) No sólo eso, incluso en el primer pasuk de la Parashá dice que Hashem no guiaría al pueblo de Israel por la tierra de filisteos, para que el pueblo no pretendiera regresar a Egipto, ¿y tan sólo sietes versículos adelante les dice que vuelvan?
¡¿Qué paradoja?!
Rashí explica que el propósito de esto era confundir al Faraón para que salga detrás de ellos pensando que están perdidos en el desierto. Justo ese incoherente regreso fue el que trajo como consecuencia el milagro mas impresionante de todos los tiempos, la apertura del mar Rojo, el cual hundió todo indicio de cualquier amenaza de una nueva esclavización egipcia.
Aprendemos de este punto que a veces el hombre presencia paradojas e incoherencias ante sus ojos. La historia a veces parece que se mueve sin rumbo o hacia atrás, o que suceden cosas que no entendemos. A esto dice Iben Ezra: La inteligencia del hombre es infinitamente menor a la Inteligencia Divina. Él es el que ve y diseña el plano en su globalidad, nosotros sólo vemos puntos, que vistos desde nuestro ángulo no les encontramos sentido.
Shabat Shalom