“Yossef HaTzadik – dice Rabí Eliyahu Dessler, ZT”L – fue castigado. Le fueron agregados dos años más de permanencia en el calabozo, al haber depositado su confianza en el ministro de copas. Como lo señala Rashí al final de la perashá anterior.
Es sabido que todo castigo tiene el propósito de mostrar a la persona, que cierto desvío de sus cualidades humanas debe rectificar.
Si es así ¿Cómo fue posible que Yossef – después de interpretarle los sueños a Parö – le dijo: “Ya ahora buscará Parö un hombre entendedor y sabio, y lo pondrá sobre la tierra de Egipto…” pues esto se ve como una solicitud para que coloque sus ojos en él? (así también pregunta Najmánides)
Respuesta. Yossef invirtió mucha reflexión en la razón del castigo que le fue agregado, y consiguió llegar al fondo de la definición de “Confiar en Di´s”. Es decir, tener la capacidad de ver en cada suceso, que fuera de Él no hay en él ningún otro poder. Pues toda la fuerza se encuentra en Quien que echa a andar todas las acciones y causas del universo.
Una prueba de que llegó a ese nivel, es la primera palabra que emitió Yossef, cuando el faraón le dice que escuchó que él puede interpretar sueños: “No soy yo” (בלעדי) – le dijo. En otras palabras: “No poseo este poder en absoluto”. Además agregó: “Di´s responderá a la petición de Parö”.
Esto requiere análisis ¿Por qué se nulificó de esa manera, de forma que no haya forma de entender que tiene cierto poder?
Yossef no se preocupó en absoluto que podía perder la oportunidad de salir de su encierro. Y sabía que en primer lugar debía retirar de su corazón, de forma absoluta, la importancia de cualquier causa física, y otorgarla solamente al Creador del universo.
Y eso es fundamentalmente a lo que se llama “Confiar en Di´s”.
De aquí es posible observar de forma clara hasta dónde llegó la influencia de lo que aprendió en esos dos años. Pues, después de llegar al nivel de mantenerse firme frente a la prueba de no confiar sino, únicamente, en Di´s, es que pudo hacer cualquier tipo de esfuerzo; interpretar correctamente el sueño de Parö, y decirle que debía denominar a alguien que se encargue de administrar los recursos de los años de abundancia (cabe señalar que esto último no le fue solicitado), sin que ello afectara su plena confianza en Di´s. Ya que, no es la acción-causa lo que daña nuestra confianza en Di´s, sino depender de ello para asegurarnos el éxito. Emplear todo tipo de esfuerzos, pero siempre confiando en Di´s, es el sendero de la Toráh”.
Hasta aquí la cita.
En nuestra época, donde los avances tecnológicos envuelven nuestras vidas, desde que nos levantamos hasta el momento de irnos a dormir (estamos prácticamente dominados por ellos) el concepto de Confiar en Di´s es confuso y subjetivo.
Nos hemos acostumbrado a obtenerlo todo, por medio de un click.
Dependemos del esfuerzo humano; todo comienza y termina en él.
Este fenómeno es un tanto peligroso. Pues, como dice el “Jovot HaLevavot”: “Si la persona confía en algo, o en alguien que no sea Di´s, Él mismo lo entregará a esa entidad, para ver si realmente le puede beneficiar y salvar”
¿Qué hacemos?
La clave de todo está en lo que hizo Yossef HaTzadik: ¡Aprender!
Todos creemos que al poner un pie fuera del colegio, o al salir de la influencia paterna, se ha acabado nuestro proceso de aprendizaje. Di´s dice que pensar así es un grave error.
Es verdad, como dice el refrán: “Cada día se aprende algo nuevo”. Todos los días nos llegan nuevos conocimientos, sin embargo ellos están muy lejos de ser verdaderas lecciones para acercarnos a Di´s.
Los griegos aportaron las bases para la construcción del mundo moderno en que vivimos, para la elevación de la cultura y las artes. Pero este crecimiento ciertamente no ha elevado al género humano, a ser mejor y más noble. Como la palabra “Grecia”, Yaván en hebreo, lo puede comprobar, pues está compuesta de tres letras: יון una más larga que la otra, y que claramente presentan un crecimiento, como el avance tecnológico, ¡Pero éste es hacia abajo! hacia el mundo material. Dejando de lado el aspecto fundamental del hombre, su carácter y la búsqueda de sentido.
Yossef nos propone lo contrario. Retirar de nuestra óptica cualquier bien material, y mucho menos pensar que nos puede beneficiar o afectar. Toda causa en el mundo tiene su origen en El Todopoderoso. Todo surge de Él y todo regresa a Él.
Sin duda por esta razón Yossef era el antídoto contra el “Mal de ojo”. Pues depuró su confianza en Di´s hasta el grado de ver en cada detalle de la realidad una mera manifestación de Su presencia. Sean eventos que a simple vista parecen buenos, o todo lo contrario. De esta manera se acostumbró a ver todo con “Buenos ojos”.
“Sobre el Muro” – “Älé Shur” – es el símbolo de Yossef. Pues superó sus propias barreras físicas, aferrándose a la realidad de Di´s eternamente.
Shabat Shalom
Yair Ben Yehuda