“Ciertamente retirarás el diezmo de todos los frutos de tu simiente que del campo año tras año. Y lo comerás frente al Eterno, tu Di´s, en el lugar que ha escogido para reposar Su Nombre ahí…Y si se extendiera de ti el camino, pues no podrás acarrearlo, pues está alejado de ti el lugar que ha elegido el Eterno, tu Di´s, para colocar Su Nombre ahí, pues te bendecirá el Eterno, tu Di´s” (Debarím 14, 22-24)
Este es el precepto de separar un diezmo, no para entregarlo al Leví, como lo es el primer diezmo, sino para consumirlo en Yerushalayim, a éste se le llama: el segundo diezmo o Maaser Shení.
Deberá ser exclusivamente de la producción agrícola para ser consumido únicamente en ese lugar.
No obstante, la Toráh también considera que podría llegar a ser demasiada cosecha, y la carga extremadamente difícil de acarrear hasta Yerushalayim. Por ese motivo nos permite redimir esos frutos por medio de dinero, llevarlo hasta la Ciudad Santa, comprar alimentos – que sean también productos de la tierra – y consumirlos ahí.
Esta es la explicación simple. Sin embargo el “Alshij HaKadosh” nos ofrece una explicación basada en lo que la Toráh procura insinuar, o “Remez”.
“Aquello que las personas hacen por medio de cariño y deseo, jamás será difícil y tampoco provocará cansancio o hastío.
Pero, si lo hace sin voluntad, entonces rápidamente se convertirá en una carga pesada para él.
De esta manera.
“Si se extendiera de ti el camino” – pues se ve a tus ojos muy largo. Y tampoco “podrás acarrearlo” – pues la carga te molesta hasta el punto que te es imposible cargarla. Es una señal clara de que “está alejado de ti el Lugar” – que Di´s está alejado de ti – pues uno de los apelativos que tiene es, El Lugar.
Pues, si Él y Sus preceptos estuvieran cercanos a tu corazón, el camino nunca se presentaría a tus ojos como largo y tedioso, y podrías acarrear la carga con extrema facilidad”
Hasta aquí sus palabras, y el mensaje es claro. La realidad, a pesar de ser una, es posible asumirla de acuerdo a la óptica de cada uno de nosotros. Si vemos en cada precepto u oportunidad de acercarnos a Di´s, y un medio más para conectarnos con lo eterno, para acceder a una bondad que supera cualquier margen y límite físico, entonces también obtendremos fuerzas y energías que superen nuestras limitaciones físicas. Franqueando nuestras dificultades, viviendo una vida feliz y plena.
Shabat Shalom
Yair Ben Yehuda